En un duelo que terminó con los ánimos bastante calientes, los mineros se impusieron por 3-1, con doblete de Johan Munives. “Siempre los clásicos son así”, dijo el goleador del duelo.
Como viene en sus últimos enfrentamientos, Lota Schwager y Naval otra vez se vieron las caras en un choque decisivo. Esta vez fue por la final del Octogonal del Biobío, que se jugó sólo con público local en el Federico Schwager. Y también como ha pasado en los recientes duelos, los mineros terminaron celebrando: fue 3-1 y vuelta olímpica en su casa.
En el primer tiempo, los primeros minutos fueron casi de estudio, con ninguno de los dos tomando el control del juego y pocas aproximaciones en las áreas, más allá de algunas acciones aisladas, como un tiro libre de Ignacio Sepúlveda que pasó cerca del arco minero.
Un trámite que se mantuvo a lo largo de casi todo el lapso, y cuando parecía que se iban al descanso sin novedades apareció la cabeza de Johan Munives, que corrigió un disparo de un compañero para descolocar al meta y poner el primero a los 42 minutos. Un tanto que, sin dudas, cambió el partido.
En la segunda fracción, un agarrón de Benítez a Munives en el minuto 53’ fue cobrado como penal por el juez Obregón. Los jugadores del ancla reclamaban que había sido fuera del área, pero el árbitro no dudó. Uno de los más exaltados era Diego González, quien fue expulsado y con ello se volvió “loco”: fue a buscar a Obregón, a quien le dio un pechazo y si no fuera por sus compañeros y los rivales que lo controlaron quizás qué hubiese pasado.
Luego de eso, Munives no se puso nervioso y con fuerte remate al medio batió a Gajardo para poner el 2-0. De ahí en más, los ánimos se fueron calentando en ambos equipos, ante un árbitro que no tuvo la capacidad de controlar el partido.
A los 67’, Farías descontó con gran cabezazo cerca del área chica, lo que se anticipaba le daría más emoción al cierre del encuentro. Sin embargo, sólo dos minutos después Chandía aprovechó una vacilación de la zaga chorera y con globito desde la entrada del área puso el 3-1, que a la postre fue definitivo.
Antes del cierre, el juez Obregón sacó tres tarjetas rojas más, dos para Lota y otra para Naval, y hasta Renato Ramos entró a la cancha a calmar los ánimos.
Johan Munives, la figura del partido, señaló que “fue un encuentro difícil, siempre los clásicos son así, rudos, de mucha fuerza, intensos. Al principio nos costó, después mostramos nuestra mejor forma y sacamos adelante el trámite, jugando un poco más”.
Además, sobre el plantel minero de cara al desafío de la Tercera A, destacó que “hemos conformado un buen grupo, con hartos jugadores en todas las posiciones. Se ha trabajado bien y vamos por buen camino. La gente nos acompañó, ojalá se siga llenando, eso nos hace muy bien dentro de la cancha, es bonito.Queremos salir campeones otra vez”.
El meta Patricio Silva indicó que “fue una buena oportunidad para que el profe siga evaluando al plantel. Muy bonito ganar otro título en casa y ante un rival clásico. Creo que vamos por buen camino”.
