
La estudiante de Kinesiología de la UdeC ha logrado consolidarse como una figuras prometedora del atletismo nacional. Ya tuvo un gran resultado el año pasado y esta temporada apuesta por nuevos desafíos.
Por Ámbar Traimante Aros
El camino de Andrea Jara en el atletismo comenzó a los 11 años en un taller formativo, donde encontró la inspiración que cambiaría su vida. “Me mostraban a niños de manera aleatoria diciéndome, por ejemplo, ‘él tenía una mala calidad de vida y por medio del deporte logró mejorar. Ahora, compite en las carreras en calle y está en un entorno saludable’. Eso me inspiró porque mi vida no era tan saludable antes de llegar al deporte, era más bien sedentaria”, recordó.
Su evolución en la pista ha sido notable. Comenzó corriendo en la calle, pero las lesiones la llevaron a cambiar. “Entre los 13 y 14 años me empecé a lesionar, entonces estuve un año parada”, relató. Fue entonces cuando conoció a quien se convertiría en su entrenador y referente, John Araneda. “Partimos con más base de velocidad porque eso es lo que me faltaba. No tenía fibras rápidas”, explicó sobre sus inicios en la pista.
El cambio de los 400 metros a distancias más largas fue una decisión basada en sus propias marcas. “Mi 400, por ejemplo, no era tan proporcional con el 800 o 1500, como que mientras más arriba iba, mejor era la marca en comparación a las otras”, señaló la atleta.
Su mayor logro hasta la fecha llegó en condiciones adversas. “Yo diría que sería el oro del Panamericano, porque realmente no me lo esperaba”, confesó sobre su triunfo en Cali, en 2024, donde no tuvo tiempo para adaptarse, sino que se mentalizo rápidamente a la altura y la humedad. “Llegué como a las 23 horas y la competencia era justo en la mañana. No hubo mucha adaptación de por medio, fue más como mentalidad”, agregó.
Actualmente, mientras completa sus estudios de Kinesiología, se prepara para el Mundial Universitario 2025, en Alemania. “Ha sido bastante duro el proceso, porque estoy haciendo ritmos que antes no hacía en la pista, estoy haciendo otros trabajos de pesa”, reveló sobre su preparación para la temporada.
Equilibrar el deporte de alto rendimiento con la universidad no ha sido fácil. “Técnicamente entreno sola, me mandan los planes y yo tengo que ejecutarlos. Si tengo ramos en la mañana y veo que me surge una ventana, la aprovecho para entrenar”, explicó sobre cómo equilibra su rutina diaria.
Representar a la UdeC es un sueño cumplido para Andrea. “Desde pequeña, fue como un objetivo que tenía en mente, y poder lograrlo fue como poder llenar esa expectativa”, confesó la deportista.
Su historia en el atletismo aún tiene muchos capítulos por escribir y acerca de su futuro, Andrea compartió que “mis alternativas serían salir de Chile si se me diera la oportunidad, y si no, trabajar aquí y tratar de competir aquí lo más posible. Así que sigo como atleta, voy a seguir compitiendo. La idea es llegar, no sé, mínimo hasta los 30 años”.