
González se formó en el puerto, jugó en Universidad de Chile y estaba pensando radicarse en Estados Unidos. El ancla y su hijo pequeño fueron más fuertes y lo hicieron volver a casa.
“Llevaba dos años en Estados Unidos y ya pensaba radicarme allá, pero finalmente he vuelto a mi casa”, comentó Diego González.Tiene solo 29 años, pero el volante ha pasado por todas. Debutó muy joven en Naval, jugó en la “U” y a los 27 andaba en Norteamérica alejado del fútbol. “Parece que el destino me tenía preparado otra cosa”, expresó el volante que se calzó otra vez la “10” del ancla.
Se ha visto muy bien en estos partidos amistosos, ya marcó un gol ante Deportivo Tigre en el Hexagonal del Biobío y afirmó que “estoy disfrutando desde el primer día que llegué, el grupo es espectacular y me ven como un referente. Eso ha sido raro, como de película. Debuté muy chico acá y recuerdo cuando veía a los más grandes… Ahora me toca estar del otro lado. Todo ha sido muy bonito desde que llegué”.
De entrada, se nota buen entendimiento con Paredes y Merino al medio. El todocampista comentó que “lo hacemos ver sencillo porque ellos saben jugar bien, saben posicionarse, es fácil entrar en el equipo porque se nota el trabajo que ha hecho el profe (Alejandro Pérez), no tiene nada que envidiarle a lo que hacen en Primera. Además, tengo mi historia en Naval, quería volver acá en algún momento”.
Y también está compartiendo cancha con su primo. “Felipe Rivas es mi primo lejano, nos llevamos muy bien y ahora estamos en el mismo equipo. A Naval le tengo un cariño muy grande porque acá hice mis inferiores, fue el club que me sirvió para llegar a un equipo grande del país, como la U, y para mí fue como cuando volví a mi barrio, en la Diego Portales”, expresó.
Estuvo hace unos años en Deportes Concepción (2021) y luego se le había perdido la pista. Al respecto detalló que “fui a trabajar a Estados Unidos y ahí partí lavando platos, después fui ayudante, mesero y al final estaba de bartender. Fui escalando de a poco. Era difícil pensar que ya no jugaría más al fútbol, porque lo pensé. Allá es otra calidad de vida y es distinto en lo económico, pero extrañaba a mi hijo, que ya va a cumplir 7 años. Él es la razón por la que volví”.
Físicamente se le ve en muy buena forma. No parece que haya estado tanto tiempo inactivo. “Hacía gimnasio y estaba jugando en la Diego Portales, que no es lo mismo que acá en Tercera, pero estaba jugando. Esta división es más física y los más jóvenes corren muchísimo, hay que estar a la altura. Contra Huachipato volví a sentir lo que es jugar con el público de Naval, con su gente que es muy apasionada”.
Y ya se imagina cómo será redebutar en un partido oficial. González indicó que “esto es un sueño y sería completo si somos nosotros los jugadores que devuelvan a Naval al profesionalismo. Ese es el objetivo y el campeonato va a estar interesante, jugaremos contra Lota Schwager y otros equipos que están fuertes. Este año habrá muchos ojos puestos en esta división”.