Irrumpió el 2011 en D. Concepción y al año siguiente era titular con 20 años. La zurda de Javier Bustos pintaba para cosas grandes, pero se fue apagando tras la desafiliación del club. Buscó afirmarse en Barnechea, Temuco y Melipilla, pero el 2017 decidió que era mejor abandonar la actividad. Hizo muchas cosas, trabajó el ladrillo en las calderas del norte y, de pronto, las puertas se volvieron a abrir. Lota Schwager es su nueva luz.

El “Javi”, a los 32 años, cuenta que “un día estaba viendo al Maxi, mi hijo, en un campeonato y de repente me llama el Zorro Muñoz. Me citaron para el otro día, que era domingo, y me presenté. Físicamente yo estoy súper bien porque el 2024 estaba listo para jugar en Hualqui y no se dio por problemas económicos con el club. Fue lamentable porque ya esa vez también había un acercamiento con Lota. Ahora estoy a prueba por el Octogonal”.

El “Tiburón” Ramos necesitaba ver en qué nivel estaba. El zurdo relató que “ellos vieron que yo andaba bien, aunque la competencia es otra cosa. El acuerdo fue que en dos semanas me pondría a punto y siento que me he adaptado de muy buena forma. Además, estoy contento de volver a lo mío. Es complicado porque los cabros son todos jóvenes, llegan a volar. Tengo que estar a la par y lo tengo claro, pero sé que estoy bien porque si no el profe Renato me habría dicho de inmediato que me fuera para la casa”.

Con Ramos y Muñoz jugó algunas veces en contra, se ubicaban. Bustos expresó que “llevo tres semanas acá y la pretemporada ha sido fuerte, como debe ser. Está Ulises Castagnoli, que es de mi generación, y muchos chicos que son respetuosos, corren mucho y juegan bien al fútbol. Me acomoda eso porque este Lota es de presionar mucho, poner la pelota al piso. Siempre fui rápido y trato de aportar también en lo técnico”.

¿Y cómo se lo ha tomado su familia? El ex lila expresó que “Maxi (8 años) es el más feliz, me acompaña a los entrenamientos. En Lota ya quieren comorarle el pase. Económicamente tal vez tenga que trabajar en otra cosa en las tardes, pero es lo que me gusta y mi familia lo entiende y me apoya. A estas alturas, yo también valoro más cada entrenamiento, cada partido. Me voy en tren todos los días desde Hualqui y de verdad lo disfruto mucho”.