Hoy por hoy, Alfredo Morales se alza como la alternativa que mayor adhesión genera entre la hinchada de Arturo Fernández Vial, para sacar del descalabro económico y deportivo en el que cayó bajo la administración del grupo controlador liderado por los argentinos Martín Iribarne y Adrián Glickman.
Su pasado como presidente de la Corporación, donde lideró al equipo que en 2013 obtuvo el título de Tercera División en un estadio El Morro repleto (ascenso que finalmente no se concretaría debido al portazo de la Anfp de Sergio Jadue), lo hacen un conocedor del club.
En medio del desastre actual -con descenso al fútbol amateur incluido- la figura de Morales vuelve a aparecer con su confesado deseo de “ordenar la casa” y volver a encabezar un proyecto en el fútbol amateur, a través de un acuerdo con la Sadp, entidad que a su juicio posee los derechos sobre la institución, y a la que hace unos días representó en la sede de la Anfa, con la postulación a Tercera División.
“En septiembre me llamó el gerente general, Francisco Jara, para pedir mi ayuda en la administración para 2025, sabiendo la debacle deportiva y financiera del club, y en mi condición de expresidente. Ahí solicité que me mandara todos los antecedentes legales, financiación, deudas, todo lo que se puede usar para tomar una decisión. Se lo compartí a un equipo de trabajo, la mayoría que estuvo conmigo en mi periodo de 2011 a 2013”, sostiene.
“Esta vez no se puede hacer por la Corporación, hay que hacerlo a través de la Sadp, comprando, traspasando acciones, para quitar el control a la gente que lo ha hecho mal, e intentar hacerlo bien desde Concepción. Esa es la motivación, más allá de la pasión y el amor que tengo por el fútbol y por el club”, añade sobre su regreso.
Morales asegura que se acercó a la Corporación, “ hace dos semanas intercambié mensajes de audio y texto con su presidente, pero él no se abre a la posibilidad de otra administración que no sea la Corporación”, expresa.
Alfredo Morales asegura una y otra vez que no es más que una alternativa. Y que su participación concreta dependerá de la certeza jurídica que entregará el Recurso de Jactancia interpuesto en Tribunales por la Sadp, y que en corto plazo definiría quién tiene los derechos de la institución.
“Vengo conversando hace semanas con el presidente de Tercera División, Elías Vistoso, y comparto con él de que no se puede entrar al club, ingresar capital, mientras no haya un pronunciamiento de Tribunales. Hoy somos una alternativa de administración, y nadie de mi equipo de trabajo va a girar un cheque mientras no haya pronunciamiento de la justicia. La certeza jurídica es parte de los requisitos que necesitamos para seguir trabajando en el club. Si este mes no hay humo blanco, veo difícil poder armar un equipo de aquí a marzo”, asegura.
“Este recurso sirve porque nadie puede seguir trabajando si la contraparte que hizo la concesión, está todas las semanas diciendo que tú no existes, cuando la concesión tiene documentos, acciones, pagos hechos. No es llegar y decir que una concesión se termina, requiere un proceso comercial y jurídico. Vistoso ya dijo que dejará competir a quien acredite derechos federativos, es lo mas sano”, complementa.
Morales lamenta la falta de acuerdos. “No vamos a estar esperando un año, las cosas se hacen en su momento. No sé por qué la Corporación y la Sadp llegaron hasta el diciembre sin dilucidar este tema, por qué no se juntaron antes. Perjudican al desarrollo del propio club, al final no podemos entrar, los minoritarios tampoco pueden seguir trabajando por temor de un fallo desfavorable. Todo lo que ocurre es por un contrato de concesión que no previó qué pasa si un club baja de Segunda a Tercera”, critica.
Por lo pronto, Morales marca el camino. “No llegamos a darle más poder a Glans, sino a quitarle la administración completa y, quizás, entregársela cuando el club este más sano. Seré exageradamente exigente con el controlador, porque seguirán siendo los mayoritarios con cerca del 66% de las acciones, actualmente tienen casi el 90. Si doy un paso al costado, Glans seguirá adelante con sus recursos, estoy seguro que hay accionistas minoritarios que esperan certeza jurídica para pagar sus acciones. Solo en capitalización que falta, de gente que comprometió acciones y no las pagó, hay más de $140 millones. Creo que el club es más viable en Tercera que en Segunda, una categoría donde se puede volver a limpiar la casa y pagar todas las deudas”, sentencia.