Después de la decepcionante participación del año pasado, donde finalizó en el 12° lugar, Biobío tenía como única opción mejorar su desempeño en los Juegos Binacionales de la Araucanía, que este año se realizaban en Aysén y Punta Arenas.
Tarea tan demandante como necesaria, y que se cumplió con creces, luego que la Región se quedara con el quinto lugar, y a un punto de La Araucanía, que con el cuarto puesto fue el mejor chileno.
Lo más destacado pasó por las medallas de oro logradas en deportes colectivos. Fue el caso del vóleibol femenino, donde las dirigidas por Jorge Facchini campeonaron de manera brillante. En la fase regular, le ganaron a Neuquén, Tierra del Fuego, Aysén, Magallanes y Santa Cruz (todos los duelos por 3 sets a 0). En semifinales, superaron a Río Negro 3-2, mientras que en la definición por el título vencieron a La Pampa también por 3-2 para erigirse como campeonas invictas.
Lo propio hizo el básquetbol varones. El equipo dirigido por Jaime Urrutia se coronó campeón de los juegos con cinco victorias y apenas una derrota. En la semana de competencia y en una actuación histórica, derrotó a cuatro equipos argentinos que fueron Chubut, Río Negro, La Pampa y Neuquén, este último en la final. Para enmarcar.
El atletismo femenino fue otra disciplina que brilló en el certamen, ocupando el segundo lugar en la clasificación general, sólo superado por Los Lagos. Destacó el triple oro de Amparo Herrera (800, 1.500 y 4×400), a quien se sumaron en la posta Fernanda Pavez, Josefa Plaza y Francisca Valderrama
Plata, en tanto, obtuvieron Florencia Lara (1.500, 3.000 y pedestre) y Fernanda Pavez (800 metros), mientras que dos bronces sumó Javiera Sierra (3.000 y pedestre).
Positivo fue también lo hecho por el ciclismo, que tanto en damas como en varones ocupó el segundo lugar. El equipo femenino estuvo compuesto por Antonella Mora, Antonia Aranda y Thiare Candia, mientras que el masculino lo conformaron Jaime Andrade, Iñigo Pérez, Guillermo Sáez, Marco Pagueguy y Benjamín Salgado.
El básquetbol femenino cerró con un excelente cuarto lugar, que pudo ser incluso mejor, ya que el equipo dirigido por Jimmy Bastías estuvo a segundos de disputar la final. El quinteto regional ganó tres partidos en la fase de clasificación, y la semifinal la perdió por un punto ante Río Negro, duelo que las argentinas dieron vuelta en el minuto final.
El vóleibol masculino, bajo el mando del técnico, Guillermo Jiménez, ocupó el quinto lugar con cuatro victorias y dos derrotas. Una mejora respecto a lo hecho el año pasado en Río Negro, donde terminó octavo. Mismo puesto del fútbol femenino, que acabó invicto con dos triunfos y dos empates.
En deuda quedaron el fútbol masculino (octavo con dos triunfos y tres derrotas); el judo masculino (décimo, solo con el bronce de Sebastián González); el atletismo masculino (11°, con el oro de Matías Inostroza en jabalina y el bronce de Juan Pablo Montoya en 400 vallas), y el judo femenino, que fue 12° solo superando a Ñuble. Mención aparte en este sentido merece la natación que, una vez más, cerró último tanto en damas como en varones.
De esta forma, la Región fue quinta con 156 puntos, uno menos que la región de la Araucanía y a 12 del tercer puesto. El campeón de los Juegos, una vez más, fue la provincia argentina de Río Negro.
El balance lo entregó el director regional del IND y presidente del Consejo General de los Juegos de la Araucanía, Carlos Aranda. “El año pasado, cuando realizamos la evaluación, nos dimos cuenta de que debíamos hacer un cambio radical. A partir de aquello, determinamos trabajar planificadamente en conjunto con las instituciones deportivas de la Región para revertir esos resultados y conseguir ciertos objetivos, que aspiraban a terminar dentro de los cinco mejores en esta primera etapa. Y lo cumplimos con creces, con el básquetbol masculino y el vóleibol femenino como mayor expresión del buen trabajo realizado desde acá”, partió diciendo.
“Durante el año tuvimos un trabajo bien certero respecto a lo que necesitábamos. Se le ayudó a las distintas disciplinas para tener más competencias y estar mejor preparados, y parte de la estrategia fue llegar un día antes sabiendo que era un viaje largo, y con eso facilitamos ganar un día de descanso y concentrarnos en la competencia”, cerró.