Posibles cotizaciones y seguros impagos complican a los Potros, que apostarían a una resta de puntos para el 2025, mientras lilas ponen el ojo en cómo estas irregularidades no fueron detectadas, lo que podría estar asociado a alteración de documentos.
Lo que partió como una posible irregularidad en las cotizaciones impagas de Brandon Cáceres terminó destapando una serie de irregularidades que habría cometido Melipilla. Imposiciones y seguros de cesantía sin cubrir a una docena de jugadores y parte del cuerpo técnico, incluyendo al técnico Víctor Quintanilla. Algo que ya dejó ser un pequeño error a transformarse en una falta grave y dudosa. La pregunta que se hacen desde Deportes Concepción es ¿Cómo esto pasó como si nada por la Unidad de Control Financiero (UCF)? Hacia allá apuntaría la denuncia lila.
En la tienda morada siguen definiendo estrategias jurídicas y recabando antecedentes, pero ya tienen claro que los argumentos están, que son sólidos y que lo más probable es que la denuncia deba correr por parte del club. También tienen clarísimo por dónde moverá sus piezas Melipilla, que ya está solucionando las deudas que han salido a la luz (fuera de plazo) y apostarán a sanciones menores, como resta de puntos para 2025. Rengo, Puerto Montt y Fernández Vial sufrieron resta de puntos el 2024 por deudas de este tipo, pero dentro de la misma campaña.
Pero en el “León” van por el castigo mayor y comparan la gravedad de este caso y sus potenciales sanciones con el de Barnechea, equipo que primero fue desafiliado y la apelación a fines de octubre los dejó “solo” como descendidos. A ellos se agrega el antecedente cercano del 2021, cuando Melipilla ya fue descendido por irregularidades en los contratos de sus jugadores, por lo tanto no tiene sus papeles limpios ni “conducta anterior irreprochable”. Eso significa que un nuevo castigo les caería más fuerte.
Los morados acusan gravedad mayor en este caso porque parece absurdo que más de quince nombres impagos y algunos por varios meses no hayan sido detectados por la UCF. Solo puede haber dos posibilidades: una falta desde la propia unidad de control o, la más probable, entrega de documentos alterados. Ahí apunta la investigación lila, que en caso de comprobarse, apostaría todas sus fichas a una desafiliación de su rival y el ascenso propio a Primera B.