“No siempre se juega una final. Queremos ser campeonas en cancha y sé que Wanderers quiere lo mismo, así lo han publicado en sus redes sociales. Lo que sí sería bueno es que esta vez se pudiera jugar en nuestra zona”, señaló Daisy Mardones, entrenadora del equipo de fútbol de Huachipato, que ya está ascendido, pero tiene pendiente el último partido, desde el 20 de octubre.
Esa tarde debía jugarse el encuentro entre los equipos masculinos de la UdeC y Wanderers y también el femenino entre las locales y Huachipato para dirimir las campeonas del ascenso. Nada de eso sucedió por los incidentes en el estadio Elías Figueroa, originados por la huelga de guardias. La Anfp ya dio ganador al equipo de varones del Campanil por 3-0, pero en damas aún no está claro qué sucederá.
El Tribunal de Disciplina decidió que el partido debe jugarse, pero Huachipato apeló y habrá que esperar lo que diga la Segunda Sala.
Mardones apuntó que “son temas que pasan por la gerencia de ambos equipos y como plantel estamos a disposición de lo que resuelvan. Yo quiero jugar, las chicas también. Fue raro lo que sucedió esa vez porque viajamos, estábamos en pleno almuerzo para irnos al estadio y nos dijeron que no, que mejor nos cuidáramos, que había problemas”.
Y se quedaron con las ganas de disputar los 90 minutos que esperaron toda la temporada. “Esa mañana llegaron nuestras familias, algunas venían recién bajando del bus. Incluso, hubo una jugadora que arrendó uno para su familia completa. Se hizo un gasto y un desgaste, sería bueno jugarlo, pero ahora acá”.
¿Les complica la planificación? Daisy advirtió que “seguimos entrenando igual y eso iba a pasar aunque se jugara la final. Las jugadoras tienen contrato hasta fin de año y el club se porta súper bien con ese tema. Después se ven las renovaciones y los contratos parten inmediatamente en enero. Huachipato es uno de los clubes que mejor funciona en ese aspecto, así que todas están practicando bien y, cuando digan que se juegue, vamos a llegar de buena forma y ojalá ser campeonas”.