John Munizaga, volante del Naval de Lacroix, Salas, Tapia y Urbina, comparó el último milagro de Rivas contra Talagante con el recordado tiro libre de Herrera. El autor del inolvidable gol del ascenso ante Magallanes cree que Los Ángeles se hará chico para tanta gente y le pone sus fichas al equipo dirigido por Pérez para subir a la Tercera A.
El cabezazo de Felipe Rivas, a los 97’ y con todo aparentemente perdido, contra Talagante, hizo que el hincha navalino inmediatamente recordara a Iván Herrera y el tiro libre en tiempo agregado frente a Iberia, el 2008. Sí, ese 2-1 que les dio una chance más. Ese equipo no la desaprovechó y John Munizaga, autor del tanto de ese ascenso en el último 1-1 con Magallanes, repasa y compara ambos momentos.
El “Muni” trabaja hoy como técnico en el fútbol formativo de Ñublense y relató que “inmediatamente me recordó el gol del Pichunga ese 2008. Esa tarde empatábamos con Iberia y él había tenido hartos tiros libres, los pateó todos afuera, andaba mal calibrado. Ese último le pegó más o menos no más, igual que el cabezazo de ahora, y lo importante es que entraron. Se parecen porque fueron dos goles sobre la hora, con tiros que no parecían tan difíciles de atajar”.
El ex volante recordó que “esa vez, además necesitábamos que Temuco perdiera con Unión Temuco y así fue. Por los parlantes nos iban anunciando cómo iban y al final era más presión. Gracias a Dios lo ganamos y ahora fue lo mismo, pasaron a la final a lo Naval. Siempre ha sido peleando, luchando todas”.
Munizaga señaló que “esa vez fue importante avanzar de esa forma porque emocionalmente es un envión fuerte y las finales se juegan más desde lo emocional que otra cosa, son juegos muy tácticos, a veces no se ve tanto fútbol. Ese 2008 llegamos tan confiados que yo, incluso, dije en la semana que iba a marcar de penal el gol del ascenso. Es confianza. Así va a llegar Naval y ojalá se repita”.
Se ríe al sacar cuentas de que han pasado 16 años desde el último ascenso chorero y cuenta que “harto tiempo ya de ese día, pero la gente todavía tira buena onda en la calle, me escriben ahora que Naval está cerca de subir. He podido ir a ver algunos partidos con mi hijo, con algunos amigos y siempre estoy pendiente por redes sociales. Quería viajar al partido con Malleco, pero justo nos programaron al mediodía del domingo para jugar con Santa Cruz. Igual estaré viendo el celular cómo van”.
También recuerda la fiesta que fue subir en Santiago, siendo locales. “Viajaron muchos buses, era impresionante y eso nos motivó más. Ahora no será muy distinto, la gente está esperando una alegría así hace rato y creo que el estadio de Los Ángeles se va a hacer chico. Debió ser uno más grande. Lo importante es que salga todo bien y Naval vuelva donde tiene que estar”.