Y Dios se acordó del ancla cuando quedaban 28 segundos
02 de Noviembre 2024 | Publicado por: Paulo Inostroza
Farías logró ese milagroso gol que llevó al equipo a los penales, con un jugador menos y en un partido donde no les salía nada. Desde los doce pasos tuvieron la frialdad necesaria y cerca de 500 hinchas celebraron en Talagante el paso a la final.
Parecía que otra vez se quedaba a las puertas, que era otro año de “casi casi”, de morder el polvo después de remar todo el año adelante. Hasta que llegó el milagro. Una patriada de Matías Tapia, un córner donde subió hasta el arquero y un cabezazo medio pifeado de Ignacio Farías hicieron explotar a los cerca de 500 hinchas que llegaron a Talagante. Fue el 1-2, cuando quedaban solo 28 segundos. Naval perdió en los 98 minutos de juego, pero en penales fue brutalmente frío y lo ganó 5-3. Ahora espera rival para la final y solo queda un partido para el ascenso a Tercera A.
Puede ser por el calor, porque tenía que revertir el 0-1 de la ida o porque Naval derechamente no entró bien y fue anulado. Lo cierto es que Talagante siempre fue más en el juego y la visita la sacó bastante barata para terminar la primera fracción sin goles. Sí, porque el goleador Eduardo Peñailillo falló dos goles de manera increíble y lo propio hizo Paolo Peralta entrando solo en el segundo palo.
Naval contrarrestó con un testazo de Brian Paredes apenas desviado antes del entretiempo y una mano en el área, tras gran desborde de Sebastián Moya, que el árbitro no quiso cobrar como penal. Fueron las únicas llegadas del forastero en todo el partido. Las únicas hasta ese cierre inesperado que terminaría en locura.
Alexander Merino salió muy golpeado, incluyendo un pisotón de Peralta, y Talagante no le encontraba la vuelta al encuentro amenazando solo con un centro de Manuel Soto que se paseó por el área. Corrían los 72’ y, sin lucir ni mostrar mucho, Naval sacaba la tarea adelante. Todo bien hasta una falta cerca del área, ejecución que Iván Zamorano metió en el primer palo sorprendiendo a Gajardo.
El dueño de casa se prendió y, antes que el ancla tomara oxígeno, provocó penal en una pelota que nadie atinó a despejar y Paredes tuvo que interceptar desde la línea, lanzándose como Luis Suárez frente a Ghana. Penal, tarjeta roja y a los 76’ Neira decreta un 2-0 que parecía irremediable.
De ahí en más, los dirigidos por Alejandro Pérez intentaban con algún pelotazo largo, pero no daban pie con bola. La visita buscaba el tercero y no se veía por donde. Era la última y “Mati” Tapia corrió por la derecha como si no hubiera mañana, centró y el portero Huerta sacó al córner. Faltaban 28 segundos, Gajardo también va al balón aéreo y el palo devuelve un testazo arriba que, desde el cielo, alguien devolvió a la vida. Ahí cabeceó Farías, con poca fuerza, pero suficiente para confundir a Huerta con todos metiéndose por delante. El 2-1 de milagro.
Los penales no son suerte. Jhan Moraga, Felipe Rivas, Ignacio Farías y Benjamín Moraga patearon con mucha tranquilidad. No les temblaron las piernas. Moraga tapó el remate de Simón Castro y dejó toda la responsabilidad en pies de Matías Tapia. El “2” ha tenido un año de lesiones, de poca acción y este era su desahogo, su gran momento. Fue golazo, camiseta afuera, fiesta y Naval está en la final. Será contra Vallenar o Malleco, da igual. Ojalá Dios se acuerde de nuevo del puerto.