
Castigado a lo más bajo de nuestro fútbol, D. Concepción se las arregló para levantarse de la mano de sus hinchas y 8 años después jugará esa esperada final para volver a Primera B. Así se levantó el club supuestamente inviable.
Mucha frustración, paciencia, sueños y festejos ha vivido Deportes Concepción en este último tiempo. Desde la desafiliación en abril de 2016 hasta lo que ocurrirá este jueves 31, cuando disputarán la final por el ascenso a Primera B. Ese equipo que 6 meses después del llanto y castigo que los mandó a Tercera B convocó 7 mil personas a Collao sin siquiera jugar un partido, dando la vuelta al mundo. Ese “León”, después de 223 partidos, intentará volver a la serie de plata del fútbol chileno. Noventa minutos al todo o nada en Rancagua.
En septiembre 2016 jugaron su primer amistoso de regreso a la vida ganando 2-0 a Linares, el 2017 participaron del Hexagonal del Bío Bío y el 2018 retornaron en grande con la Noche Lila recibiendo a Iberia. Esa temporada retoman oficialmente la competencia y ascienden inmediatamente a Tercera A, con el “Chino” González en la banca y Víctor Tornería como presidente.
El 2019 repitieron la gracia volviendo al fútbol profesional después de 72 partidos en el amateur, 39 victorias, 10 empates y 16 derrotas. Sumando las dos temporadas registraron un impresionante público promedio de 6.207 espectadores por juego. Sí, en lo que es la cuarta y quinta división del país.
Pero Segunda División ya no fue llegar y llevar. El 2020 debieron bajar por los puntos en cancha, pero Vallenar perdió 3 por secretaría y el “León” zafó. Al año siguiente, debieron esperar hasta la última fecha para salvar la cabeza, empatando ante Valdivia (1-1) con gol del “Nacho” Sepúlveda.
¿El 2022 será mejor? Nada de eso… La misma historia. Última jornada en casa ante Rodelindo Román y el que gana se queda en Segunda. Con “Nico” Fernández en la banca y 6.997 espectadores controlados, los morados lo hicieron de nuevo y ganaron 2-1 con goles de Navarrete y Verdugo. Años de burlas, de venta de pescado frito, de 2.996 hinchas de promedio. En algún momento saldría la luz.
En junio de 2023, Lovrincevich asume una tarea prácticamente imposible: salvar un León que tenía 4 puntos en 12 partidos. El argentino logró 26 de 39 puntos en juego, terminaron promediando 3.920 hinchas por partido y ya se notaba la mano de la nueva administración, liderada por Víctor Rubio.
Y si Lovrincevich logró el 66,6 por ciento de los puntos, este año se apostó mucho más fuerte. Un plantel de lujo y la llegada de Manuel Suárez en el segundo semestre, que consiguió 35 de 39 unidades y un 89,7 por ciento que rompe todas las marcas del club. Solo así se le podía dar caza a un Melipilla que perdió solo un juego en esta rueda y lleva 11 fechas invicto.
Llegó gente en las malas, imagínese en las buenas. Un promedio de 7.337 hinchas este 2024 para llegar a este choque con Melipilla donde hay buses con gente lista para viajar a Rancagua, solo esperando mañana la venta de entradas. Han sido 223 partidos desde ese 2016 sin liguilla. Contando duelos oficiales, amistosos, Copa Chile, Hexagonal… Han sido 98 triunfos y 74 derrotas y todo se reduce ahora a 90 minutos. Más ansiedad, imposible.