Delantero morado analizó la final con Melipilla, recordó estos difíciles años en Segunda, el ascenso 2004 en Rancagua y explicó el gran semestre de la mano de Manuel Suárez. El “Arcángel” busca el broche de oro a su carrera.
Gabriel Vargas cumplirá 41 años en diciembre. Debutó hace 23 en D. Concepción y cuenta 214 goles en su carrera, pero el partido del próximo jueves no lo deja dormir. No es uno más. El “Gabo” era niño cuando soñó con dar la vuelta olímpica vestido de lila y ante Melipilla será su gran oportunidad. La última.
El atacante comentó que “llevo 4 años acá viviendo de todo, momentos buenos y complicados también, y esta es una sensación bonita. He jugado otras finales, pero es distinto hacerlo en el equipo donde debutaste, donde siempre soñaste jugar. Es una semana muy especial, con un poco de nervio y ansiedad porque llegue el partido. Los días se hacen más largos, pero tranquilos porque hicimos una segunda parte redonda. Esto es mérito de todo el plantel, siempre los que entraron aportaron y Melipilla también merece estar en esta final”.
Recordó su vuelta a la institución, donde ha sido 3 años seguidos el máximo goleador. “Cuando llegué desde Curicó estaba en Primera y pude seguir ahí o en Primera B, pero uno toma estas decisiones desde lo sentimental. Estar en Concepción fue un sueño desde pequeño, pero estas temporadas no se nos daba. Terminaba el año y siempre pensaba a qué vine, porque no lográbamos lo que todos queríamos”.
Ha estado fuera de citaciones, con más molestias físicas de lo habitual y advierte que “me ha costado este año por lesiones, pero me siento partícipe de todo lo que ha pasado y ojalá el 31 abrochemos lo que todos queremos. Mi sueño de pequeño es ser campeón con este club. Lo fui en juveniles y cuando debutas se ve lejano ser campeón entre tantos equipos que luchan por lo mismo, pero aquí estamos”.
Era un muchachito cuando ascendió, justamente en Rancagua y de morado. Con Del Solar en el banco. El “Arcángel” relató que “jugué el 2004 y en esa última fecha no me citaron. Fuimos con Raúl Leal en un furgón, como hinchas y subimos esa temporada en una Primera B que era muy difícil. Ahora es distinto porque no solo jugamos el ascenso, sino que ser campeón y cerrar una gran campaña”.
Explicando cómo se llegó a este campañón de 14 juegos invicto y 35 puntos de 39 en la segunda rueda, indicó que “este buen campeonato viene de lo que hicimos el año pasado con la llegada del profe Christian (Lovrincevich), que nos tomó con 4 puntos y llegamos a 27 o 28. De ahí el Conce viene en alza. El primer semestre nos costó un poquito, pero estuvimos arriba y ahora el equipo se afiató. Los entrenamientos han sido muy intensos y nos sirvió bastante. Nos vemos fuertes, dinámicos y un equipo que no pareciera de la categoría. Vivimos cada partido como si fuera el último, los titulares y el que le toca entrar”.
Ganó dos Copa Chile con la UdeC, fue dos veces campeón nacional con la “U” y apuntó que “las finales siempre son súper trabadas, pero veo en mis compañeros que no nos sentimos superiores al rival. Melipilla es un justo finalista, han sido primeros todo el año y nosotros los agarramos este semestre. Va a ser un partido emocionante entre dos elencos que proponen. No veo a dos equipos que entren a esperar”.
En caso de empate, inmediatamente habrá penales, pero Vargas confesó que “prefiero abrocharlo en el partido. Los penales son algo bien inciertos, donde juega el nerviosismo o como lo trabajan los arqueros. Prefiero que se decida todo en los 90 minutos”.
Vargas marcó goles en las dos finales de Copa Chile que ganó la UdeC: en el 2-1 a Ovalle 2009 y el 3-2 a Palestino el 2015. También anotó en la final por el ascenso ante Curicó (2013).