El excampeón nacional de parapowerlifting cuelga las muñequeras, tras 15 años de exitosa carrera. El despojo de su beca Proddar estando con licencia, forzó la decisión.
Hace unas dos décadas y bajo el alero de la Teletón, Marcos Matamala (38) comenzó su carrera en el deporte paralímpico. Fue el básquetbol en silla de ruedas lo que primero acaparó su atención. Posteriormente probó con el lanzamiento de la bala, y hasta el maratón en silla de ruedas pasó a ser parte de su repertorio.
Fue cuatro años seleccionado de balonmano en silla de ruedas, y fundador del primer equipo de la Región en la Udla, allá por el 2010. Y si de fundar se trata, armó también el primer equipo de básquetbol en silla de ruedas en Curanilahue, su comuna.
Pero hubo una disciplina que terminó por encantarlo: el parapowerlifting o pesas paralímpicas. Corría el 2009 cuando se transformó en el primer pesista paralímpico en Biobío, abriendo una brecha que hoy tiene a la especialidad en el primer plano nacional, de la mano del entrenador Juan Carlos Parra y con un grupo grande de deportistas. Pero en el inicio de todo, ahí estuvo Matamala.
Poco más de 15 años han pasado ya de aquello, y el destacado exponente “cuelga las muñequeras”. No por gusto, no por deseo propio, sino que obligado por circunstancias tan inesperadas como injustas, según asevera. “Me retiro de la alta competencia porque me quitaron la beca Proddar estando con licencia médica. Ese es el motivo”, acusa.
Matamala acaba de quedarse con el título de los Juegos Deportivos Paranacionales en la división -88 kilos de peso corporal, con un levantamiento de 140 kilos. Prueba inequívoca del momento estelar en el que se encuentra, pero que se ve truncado por la pérdida de la beca Proddar, situación que él explica.
“Tenía un Proddar ganado en el Panamericano en México, que debía validar este año. Pero en los Juegos de Santiago 2023 me desgarré el pecho en tres partes, y además hice una distensión muscular del bíceps y coracobraquial, lo que me impidió estar bien para la fecha, y me dejó sin competir. Tuve que buscar solo un kinesiólogo para volver al alto rendimiento, y aun así me quitaron la beca. Dicen que está en evaluación, pero aun no tengo respuesta”, detalla.
“Pasaron siete meses de eso y volví solo para prepararme de cara a los Juegos Deportivos Nacionales de Temuco. Pero el hecho de no contar con un pago me dificulta, porque tengo familia y debo generar recursos. Y el deporte lamentablemente te quita esos recursos, no siempre tienes apoyo y te toca pagar incluso algunas cosas”, se lamenta.
Con 15 años de carrera en el cuerpo, ocho de ellos como seleccionado nacional, y con el estatus de ser el primer pesista paralímpico de la Región, Matamala reconoce tener sentimientos encontrados. “Uno forja un camino, cuando yo partí no había nada, a puro pulso viajaba a Santiago a entrenar y competir, estuvimos muchos años así. Son 15 años en esto, por eso es lamentable, pero como dueño de casa debo velar por trabajar . Y no da, después de tantos años, seguir invirtiendo en esta actividad”, expresa.
El deportista reconoce la soledad que debió enfrentar en todo este proceso. “La verdad es que sentí abandonado por parte del Comité Paralímpico de Chile y también en el ámbito regional, para seguir adelante con mi rehabilitación. Ni siquiera una pregunta, no sé, preguntar si siendo de Región y de una comuna pequeña, necesitaba algún tipo de ayuda”, manifiesta.
Actualmente, solo una apelación favorable que le permita recuperar el Proddar, haría posible que Marcos Matamala continúe representando a la Región. Por lo pronto y a la espera de la determinación, se mantiene en Curanilahue tratando de compartir su deporte a las nuevas generaciones.
“Estoy dedicado a formar atletas de powerlifting y tratando de sacar adelante un gimnasio para todo público. Agradecido de la formación de Juan Esteban Sanhueza, de mi entrenador y hermano, Manuel Matamala, de mi familia, que durante todos estos años me han apoyado incansablemente, y del municipio de Curanilahue. Feliz con cada persona que vibró y vivió cada competencia mía, y que la disfrutó a concho”, sentencia.