Plantel se juntó en Las Golondrinas, pero decidió no entrenar y muchos alzaron la voz para pedir que fuera la última práctica. Dinero no llegó, Sifup se comunicó con ellos para ver los pasos a seguir y, si vuelven, será solo para no “abandonar la pega”.
Llegaron antes de las 10 de la mañana de este miércoles, como si fuera día de práctica normal, aunque estaba lejos de serlo. El plantel, cada vez con menos fe, esperaba que el ultimátum llegara a oídos de la dirigencia, pero nada. “En eso fueron claros: plata no hay y no tienen de dónde sacar”, comentaron. Estuvieron hablando, debatiendo sin llegar a un consenso claro, siempre de buzo, sin vestir de corto. Los zapatos de fútbol que habitualmente quedan en utilería esta vez se fueron a casa de cada uno y el apretón de manos de despedida pareció de algo más largo que un “nos vemos pronto”.
No querían fotos ni tampoco hubo alguien que hiciera de vocero. La cancha de Las Golondrinas tenía las rejas cerradas y el coordinador Francisco Jara fue quien intercedió frente al grupo, como tantas otras veces. A la salida, solo comentó que “prefiero que hablen ellos”. Sí, tenía claro que saliendo de ahí habían programado reunirse con el Sifup para ver qué acciones seguir. Solo para no incumplir algún paso legal, algunos propusieron volver al día siguiente.
Pero como en toda decisión grupal, hubo voces que proponían una idea y otras que no estaban de acuerdo. Unos iban por el autodespido en masa y asesorarse por el sindicato, otros pidieron seguir y dar un nuevo plazo a la dirigencia y otros proponían que cada cual decidiera según su propia situación y sus propios dramas. Sí, porque no es lo mismo terminar contrato este año que tener uno vigente hasta 2025 o vivir en Concepción versus estar en un departamento donde serán desalojados el lunes.
Y no fue fácil llegar a una sola decisión porque, hasta último minuto, el grupo nunca ha querido bajar los brazos y siempre ha pensado que quedan fuerzas para un último golpe. Pero ahora esa energía llegó al mínimo. El primer auto en retirarse fue el que llevaba a Julio Zúñiga, Walter Estrada y Álex Díaz. Con caras de frustración y de una mañana perdida. Una más.
En el plantel aseguran que dinero no llegará y que el club no tiene ni para arrendar el estadio para un nuevo partido oficial. Y el próximo encuentro de los ferroviarios está programado para el 6 de octubre, en el Ester Roa, contra Linares. Con la posibilidad cierta de ser sancionados por no presentación, lo que implica la pérdida de los puntos en juego y 250 UF de multa, que equivalen a casi 9 millones y medio de pesos. Multiplique eso por los cuatro encuentros que les restan.
Los últimos en retirarse del recinto de Hualpén fueron los más experimentados: Nery Veloso, Jorge Orellana, Patricio Jerez y Nozomi Kimura, entre otros, además del técnico Sebastián Ortiz. Un integrante del plantel pasó frente al portero y solo atinó a decirle “nos vemos mañana… Eso espero”. La situación vialina tocó fondo.
Otro de los grandes perjudicados con toda la situación administrativa del club es el fútbol femenino, que pese a la resta de 9 puntos, está clasificado a playoffs y la Anfp acaba de sortearle rival y programarlo para este fin de semana. Por los cuartos de final de ida, las ferroviarias medirán fuerzas con Wanderers, este sábado (15.30 horas) en Hualqui. El plantel está viendo qué pasa, pero estarían presentándose.
El otro representante de la zona en el ascenso, Huachipato, visitará a Limache el sábado, al mediodía, en el Municipal de Olmué.