El técnico Manuel Suárez vivió un carrusel de emociones. Cuando Mesías impactó el palo parecía que no había caso, pero lo ganó con dos goles en tiempo agregado. Luego vino la gresca, los jugadores de Ovalle buscando a la gente de la banca lila. Y al final, el DT habló con la prensa y luego se fue a la puerta de salida del estadio, al final del estacionamiento. Ahí se quedó solitario, reposando el triunfo, pero no pasaban ni quince segundos hasta que un hincha le gritaba “buena, profe”, le pedían fotos. Después de lograr 22 de 24 puntos posibles se ganó el respeto del hincha y, a estas alturas, también su cariño.

El estratega expresó que “la clave fue insistir siempre, intentar jugar y estar en el arco rival. No nos salía y ahí fue importante el carácter, no frustrarse, lo intentamos y nos quedamos con un resultado que creo merecido. La estrategia del rival es válida y frente a eso tenemos que encontrar la fórmula de poder saltar esa valla. Lo logramos y eso nos pone muy contentos”.

El primer tiempo fue de escasa claridad y al final lo ganaron por fuerza, pero también con fútbol. “Hicimos rotar la pelota, buscamos por las bandas, por el centro. Hay una demostración importante de creer en lo que somos y lo que tenemos. Sufrimos porque la pelota no entraba y no estábamos muy efectivos a la hora de finiquitar. Muchas veces golpeamos mal el balón, pegamos un pelotazo en el rival o resbalamos. Ahí no estuvimos finos en ese último toque, pero las dos que tuvimos al final nos dieron el triunfo”, aseguró.

Sobre la gresca tras el pitazo final, comentó que “la calentura, la emoción y la situación te sobrepasa, se generan estos altercados, dimes y diretes, pero no pasó a mayores, quedó en eso y ya está. Ojalá nunca sucediera, pero la emoción a veces te lleva a tomar malas decisiones”.

Sobre esos goles en los minutos 95″ y 101″ indicó que “la cuestión física tiene que ver con un trabajo que desarrollamos desde que llegamos el 20 de junio y hoy nos hace sostener de manera muy intensa los partidos, la recta final. Los cambios están para que nos entreguen soluciones, hoy lo lograron, fue un aporte fantástico de ellos (Lopes y Núñez) y están muy contentos. Eso da para todo, para que sigan entrando de cambio o para que sean titulares. Eso lo veremos según lo que viene, pero me tiene conforme que todos los que participan tienen unas ganas notables de competir en la semana y llegar de la mejor forma”.

No fue un triunfo más. Fue con épica, con polémica, con todos los ingredientes. Suárez sostuvo que “ganar de esta manera te da un envión anímico, pero tenemos una idea de juego que se ha repetido en toda la campaña y eso es lo más importante. Ahí hay un fondo y es cómo encaramos todos los partidos. Melipilla no es cualquier partido, es un rival directo, pero el campeonato tampoco termina el próximo fin de semana. Hay que pelear hasta octubre”.

El hincha ya no daba más de los nervios y emociones en esta victoria sobre Ovalle y el técnico contó que “esos diez últimos minutos, desde la banca, los viví tranquilos porque al jugador hay que entregarle tranquilidad, seguridad de insistir en lo que nos ha dado resultados. No caímos en balones frontales, buscamos generar espacios y duelos por bandas porque tenemos gente interesante para eso. Así lo ganamos. Creo que estamos ocupando bien el potencial de este equipo”.