En la UdeC retornaron los goles, los triunfos y la ilusión

Eran 203 los minutos los que sumaba la Universidad de Concepción sin poder anotar, situación que también la tenía con sequía de victorias en un torneo en blanco y negro, donde el que pestañea pierde terreno en la enconada lucha por hacerse con un lugar en la liguilla de promoción.

Pero la tarde sabatina le fue propicia al Campanil, se abrieron las puertas del gol, de la victoria y también de la esperanza para un club que tiene como gran objetivo hacerse con el segundo boleto para el ascenso.

El conjunto auricielo firmó su mejor presentación del semestre, y probablemente de la temporada, para golear por 4-1 al duro elenco de Santa Cruz, en una jornada redonda en el estadio Ester Roa Rebolledo. Victoria que lo dejó con 30 puntos, solo a uno de los santacruzanos, justamente quienes momentáneamente cierran los clasificados a la postemporada.

“Nos salió todo”, decía tras el encuentro el volante Jeison Fuentealba, una de las buenas figuras universitarias. Y no estaba lejos de la realidad, porque la UdeC mostró buen juego, efectividad y, por momentos, buena cuota de clase, de la mano de dos jugadores que si siguen elevando su nivel, pueden traer grandes alegrías: Brahian Alemán y Reiner Castro. El uruguayo dibujó con la zurda, mientras que el venezolano fue todo eficacia. Pero no estuvieron solos, porque Rodríguez se comió la banda, porque Fuentealba fue todo entrega, porque Herrera y Sánchez Sotelo siempre son peligro.

A los 10’ abrió la cuenta “Nacho” tras centro de Rodríguez por derecha. Y pese a que los 15’ lo igualó la visita a través de Barrera, el Campanil tenía mucho fútbol por entregar todavía.

A los 38’ Castro puso el 2-1 de cabeza y a los 44’ aumentó Garrido, que tras centro preciso de Alemán le ganó a todos por arriba.

En el complemento el duelo mantuvo el alto ritmo, Santa Cruz lo buscó de todas formas, sin embargo fue la UdeC quien liquidó por intermedio de Castro, que concretó su doblete.

Buen triunfo universitario, que cuando se encuentra en la cancha, puede pintarle la cara a cualquiera. Todo dependerá de su regularidad.