Huachipato cayó 6-1 ante Racing y se despidió de la Copa Sudamericana.
No eran pocos los hinchas de Huachipato que creían en el milagro en Argentina. No por nada, este año el conjunto acerero había sorprendido a todo un continente, con resonantes victorias de visita sobre Gremio y Estudiantes de La Plata, por Copa Libertadores, y un triunfo por penales en Uruguay, para avanzar en Copa Sudamericana.
Con ese respaldo cruzó la Cordillera de Los Andes el conjunto acerero, para dar vuelta el 2-0 sufrido en el estadio Sausalito ante Racing. Una ilusión que se encontró con una realidad descarnada en Avellaneda, donde el local, literalmente, hizo lo que quiso con los siderúrgicos. Una goleada de 6-1 que incluso pudo ser mayor, de no mediar las salvadoras intervenciones del arquero Cerda, y que despidió de manera humillante al actual campeón del fútbol chileno.
¿La orden de arriba era botar la Sudamericana? Quedará la dura, aunque tampoco sería raro considerando que en el plano local, Huachipato lucha por salvarse del descenso y le viene un partido de miedo ante la UC, en Santiago.
Lo cierto es que la formación dispuesta por el técnico, Igor Oca, fue por lo menos extraña, con una inédita línea de tres centrales con Gutiérrez, Sepúlveda y Castillo, que simplemente no la vieron nunca. Y nombres como el de Cris Martínez, sentados en la banca.
Del partido, poco qué decir. Un baile argentino propiciado por una zaga chilena perdida en el tiempo y el espacio, y el resto del equipo que poco aportó. A los 10 minutos Rodríguez abrió la cuenta tras jugada por la izquierda, a los 26’ Martínez puso el 2-0 tras media vuelta en el área y a los 31’, Carbonero colocaba el 3-0; el propio colombiano se encargaba de anotar el cuarto en el cierre del primer tiempo. Un 4-0 rotundo, que pudo ser mayor si Quinteros no se perdía un penal ¿Huachipato? Un gol anulado a Maxi Rodríguez, y sería todo.
En el complemento, Di Cesare en los 51’ y Almendra en el minuto 55, cerraron la peor goleada de un equipo chileno en los últimos años. El global fue 8-1 a favor de Racing que avanzó así a los cuartos de final, mientras los acereros tienen tarea en el torneo nacional, aunque será difícil borrar la vergüenza bajo la luna de Avellaneda.