El actual césped ya cumplió su vida útil y es urgente cambiarlo. De todas maneras, desde la municipalidad ya se acordó no cerrarlo hasta que termine la actividad futbolística a menos que se produzcan circunstancias excepcionales. Cuando se inicie la remodelación, el recinto no estará disponible en un periodo de cuatro a seis meses.
Hace un tiempo que la condición de la cancha del Ester Roa está en entredicho. El mal tiempo y algunas decisiones que no fueron acertadas tienen al campo en malísimo estado. El diagnóstico ya está: el césped cumplió su vida útil, y debe ser cambiado. Y en ese sentido, ya se piensa en cómo se realizará ese proceso, que tendrá un costo importante e implicará que el recinto esté fuera de servicio por un plazo de 4 a 6 meses.
El sueño es poder implementar una cancha híbrida, que mezcla una base sintética con pasto natural, cuyo costo es cercano a los $800 millones. Dicho proceso, independiente de cuándo se haga, sí tiene que realizarse en primavera y verano, por lo que de todas maneras los clubes que son locales en el recinto deberán buscar otras alternativas para competir en la primera parte de sus temporadas.
Eric Tillería, administrador del Ester Roa, entregó detalles de cómo se trabaja en la mantención actual del campo, considerando su condición y cómo ve este necesario proceso de remodelación.
¿Cuál es el estado del campo de juego tras los últimos dos encuentros?
La cancha viene con una acumulación de agua que imposibilita que el jugador pueda traccionar bien, no se puede afirmar. Esto se ha dado por el clima y también por el uso de todos estos años, pues ya cumplió su vida útil y es necesario cambiarla, sobre todo sus 10 primeros centímetros de construcción.
¿Cómo la ve para el partido que se viene el fin de semana y considerando que la próxima semana los tres equipos que usan el estadio van a tener que jugar de local acá?
Mira, nosotros si buscamos una cancha que tenga un standard alto para el juego, para la tracción, para el bote del balón, etcétera, para el rodado, nosotros deberíamos parar la cancha, eso está súper claro. Tenemos trabajo constante con los 3 clubes profesionales, una línea directa siempre, y claramente sabemos lo que podría ocurrir si nosotros cerramos la cancha, lo que perjudicamos a nuestros equipos.
La decisión nuestra como equipo, obviamente del alcalde hacia abajo, en las reuniones técnicas que tuvimos después de lo que pasó con el temporal del mes anterior, es apoyar a los clubes independiente de la condición que quede la cancha. Nosotros al menos no vamos a cerrar el estadio para que los clubes puedan desarrollar su fútbol acá y no pierdan la localía.
Ya sabemos lo que ha pasado cuando, producto del del mal tiempo o de alguna situación donde se ha imposibilitado jugar acá, sabemos que lamentablemente a los clubes los han obligado a jugar donde sea. Entonces, ante eso nosotros estamos con el compromiso, se lo hicimos saber a los clubes, que el estadio va a estar disponible, sea como sea, esté como esté, el estadio estará a su disposición.
Nosotros, como equipo, la unidad que está a cargo también del césped, estamos trabajando, dentro de lo posible, para que la cancha esté en las mejores condiciones para cada partido. Pero como digo, no vamos a cerrar el estadio independiente como esté la cancha y la cantidad de pasto que podamos tener.
¿Y en ese sentido, qué trabajo se puede hacer, considerando lo que me dice usted, que la cancha ya no se puede recuperar, pero para mantenerla a lo mejor posible?
Hoy día no podemos meter maquinaria, eso está claro. Con suerte, dependiendo las ventanas y el clima, se puede planificar algún corte de césped, algo puntual. Además en esta fecha el pasto prácticamente no crece. No hay sol, no se da la temperatura que necesita el césped para poder crecer, y con suerte se corta una vez a la semana, cada 15 días, y en verano son tres, cuatro veces a la semana, para que se hagan una idea.
Los trabajos que se hace son prácticamente manuales, se perfora la cancha con herramientas que permitan, en cierto modo, que el agua pueda drenar mejor el día de los partidos o cuando llueve, que las raíces se pueden oxigenar un poco. Y lo demás es fertilización, aplicación de químicos que permite proteger de los hongos o de alguna bacteria que le pueda entrar.
Son trabajos que se hacen habitualmente, pero más que eso no podemos hacer. Como digo, no se puede meter maquinaria, la cancha está blandísima. Otro tipo de labores se están pensando para septiembre, esperamos que el clima pueda mejorar. Pero por ahora, es fertilización, trabajos manuales, parchar algunos sectores, que son trabajos que se hacen habitualmente. Más allá no se puede hacer.
Sobre este cambio completo que hay que hacer de la cancha, ¿Ya hay una estimación del costo que tendría esto y también cuánto debería estar en la cancha sin utilizarse cuando se haga ese trabajo?
Sí, bueno, este mes deberíamos tener ya el diseño listo, eso es lo que lo que nosotros esperamos, y tener el financiamiento lo antes posible. Eso es lo que después ya es una tarea más que tiene que ver el alcalde con el Gobierno Regional de poder tener estos fondos lo antes posible. Lo ideal sería que en noviembre estén los recursos en el municipio y estar ejecutando ya ese mismo mes, que es cuando para el campeonato local.
La cancha nueva se tiene que construir entre primavera y verano, no hay otra opción, si pasamos esas fechas ya tendríamos que esperar…Hacer un buen trabajo de mantenimiento en el verano y esperar que estos recursos se traspasen para el próximo año y estar licitando para que en la parada de fines de 2025 se pueda generar una cancha nueva.
El sueño de todos es tener una cancha lo más moderna posible. Hoy, las canchas modernas son híbridas y sería espectacular poder contar con una cancha de ese nivel y en eso estamos trabajando. Esperamos tener un financiamiento para una cancha que está alrededor de los $800 millones. La híbrida tiene entre un 5 y un 7% de fibra sintética, que es lo que permite es que el pasto natural, sus raíces, se afirme en esta fibra que se teje. Y que nos pueda permitir un uso tanto del fútbol profesional como también lo que nos pide la comunidad que es también puedes tener estas finales de fútbol amateur, encuentros de fútbol femenino y poder ampliar un poquito más el uso del recinto.
Ahora, una cancha que no sea híbrida, su costo puede alcanzar los $400 millones.
¿Hay diferencias en el tiempo que tomarían las obras si se trata de una cancha híbrida o solo de pasto natural?
En una cancha promedio cinco meses, varía entre cuatro y seis. Depende muchos factores porque si el césped es natural depende del clima, depende de la temperatura, depende de que no salgan hongos en el camino. Son muchos factores que pueden ocurrir y retrasar el proceso, pero está entre cuatro y seis meses la construcción de una cancha.
Entonces, si las obras parten idealmente en noviembre se toparía con el inicio de los campeonatos 2025, cortaría la actividad de los clubes en algún momento.
Sí, los clubes están al tanto, nosotros hemos conversado con ellos ya hace un tiempo, saben la situación de la cancha y lo que están haciendo ellos, desde ya, es tratar de certificar otros estadios, y no solamente por el tema de la construcción…Estamos trabajando en un proyecto esperando obtener el financiamiento para que se pueda construir desde noviembre. Ahora, está la opción también de que por circunstancias que no dependen de nosotros, aprobaciones, recursos, traspasos, convenios administrativos no se llegue a esa fecha. En el peor de los casos, vamos a tener que esperar que el financiamiento pase para el año siguiente y en el periodo primavera verano de 2025 y 2026 hacer estas labores.
Los clubes saben y están trabajando en certificar estadios cercanos con la Anfp y estar preparados para situaciones como la que pasó hace poco con los temporales, donde es imposible facilitar el estadio, o porque la autoridad no permite eventos masivos porque el despliegue de carabineros está enfocado en ayudar a la gente y la Anfp obliga a jugar igual, como le pasó a Deportes Concepción en Copa Chile, donde tuvo que ir a jugar a Angol.
Los clubes están trabajando para tener un plan B y no toparse con una sorpresa, y si ocurre un imprevisto tener un estadio cerca, autorizado, donde jugar.