Profundo pesar en el ambiente deportivo regional y nacional, produjo el fallecimiento del atleta, entrenador y dirigente penquista, don Jorge Molina Riquelme, a los 92 años de edad.

Habiendo dedicado gran parte de su vida al deporte, actualmente ejercía como delegado en la zona del Comité Olímpico de Chile, Coch (cargo que desempeñó ininterrumpidamente desde el año 2022), demostrando que jamás dejó la actividad que tanto le apasionó, y que tuvo como principal interés el atletismo, siendo uno de los precursores de la asociación local. “Me faltó ser presidente. Fui secretario, tesorero, vicepresidente, director. Estuve ligado como deportista, entrenador y dirigente desde 1945 hasta 1980, cuando pasé al deporte master”, contaba en estas mismas páginas sobre su vínculo con las pistas, donde también colaboró en tiempos más postreros, como uno de los fundadores de la Federación Deportiva Nacional de Atletismo Master de Chile, de la cual fue su primer presidente.

Tantas décadas entregadas a la actividad, le permitió ser merecedor de los más importantes reconocimientos, tanto a nivel nacional como también internacional, que tuvieron como punto más alto el Trofeo “150° aniversario de Pierre de Coubertin, otorgado por el Comité Olímpico Internacional, COI.

Vigencia absoluta, al punto que cada fin de año era convocado por el IND, para integrar la comisión electora de los mejores deportistas de la Región.

Sentida despedida

Desde el ambiente deportivo regional, solo hubo palabras de reconocimiento y respeto por la larga trayectoria don Jorge Molina y su aporte a la actividad en todas sus esferas.

Quien lo conoció de cerca fue otro legendario del deporte regional, el técnico Jorge Grosser, quien destacó su labor. “Una persona que entregó su vida por el servicio a los demás. En una palabra, un hombre bueno, esa generación ya no existe, entregaron un mundo totalmente diferente al actual. Afortunadamente alcance a usufructuar de ellos, una bendición que pudiera vivir 92 años”, comentó.

Y si de históricos se trata, quién mejor que Patricia Salinas, presidenta del Lord Cochrane, para referirse a la figura del desaparecido dirigente. “Un día triste, fue un viejo lindo, amoroso. Me tocó compartir mucho con él, era el presidente del Coch regional, del que yo era parte también. Un dirigente preocupado, nos mantenía informados de todas las actividades del comité, un atleta destacado. En mis primeros cuatro años de presidenta del Lord, siempre fue mi invitado de honor. Una tremenda pérdida, no tan solo para el atletismo, sino que también para el deporte en general”, manifestó.

Desde el remo, la presidenta del Club Llacolén, Andrea Hernández, expresó que, “don Jorge era maravilloso, un ser humano íntegro. En la parte deportiva dejó la vara súper alta, caballero, respetuoso, es como si una época muriera con él. De verdad me da mucha pena que se haya ido, no alcanzó a ver estos Juegos Olímpicos. Solo decir que descanse en paz”.

En el mismo tenor, Mónica Fredes, presidenta de la Asociación Atlética Regional del Biobío, recordó su legado. “Pese a que se sabía que estaba delicado de salud, esta es una noticia que impacta por la cantidad de recuerdos que uno tiene con él. En estos años siempre lo invitamos a los Grand Prix, la última vez estuvo arriba mirando las competencias muy feliz. Él le dio un realce al atletismo aquí en la Región en la década del “60, cuando todavía nadie lo tomaba como una forma de vida, hizo un gran trabajo que después extendió a los master”, rememoró.

“Una persona que merece todo nuestro reconocimiento, porque además formaba personas, enseñaba valores. Si alguien no tenía, él se las arreglaba golpeando puertas para proveerlos de las zapatillas, del buzo, en una época donde no habían auspicios. Lo recuerdo viviendo en la casa de afuera del Estadio Atlético, junto a su señora y sus hijos. Es una gran pérdida para el deporte regional, una persona a la que debemos mucho”, sentenció.

Palabras a la que se sumó desde el atletismo master, la entrenadora y atleta, Sarah Henríquez. “Es una lamentable pérdida, toda su vida estuvo ligado al deporte y al atletismo. Lo conocí como dirigente del Lord Cochrane, y nunca más dejé de verlo ligado a la actividad, porque después siguió en el deporte master. Del atletismo era una biblioteca andante, tuve la suerte de compartir con él en este último tiempo, y siempre le hice ver lo orgullosa que estaba de su persona, porque entregaba muchos valores. Un señor de tomo y lomo”, cerró.