Joven canoísta sampedrina, repasó su reciente clasificación a la cita de los cinco anillos, donde espera hacer historia.
Protagonizó una de las grandes noticias deportivas de los últimos días para el país. Lejos de Chile, en el marco de la Copa del Mundo de Canotaje de Hungría, Paula Gómez (22) sacaba pasajes para los Juegos Olímpicos en la modalidad del C2 500 metros junto a la experimentada María José Mailliard.
Se coronaba así un largo proceso, donde el sacrificio fue la piedra a cultivar, y donde la palabra renuncia rondó varias veces, pero nunca logró imponerse. Porque las agallas fueron más grandes, porque el querer le ganó incluso, al poder.
“Creo que las cosas buenas le llegan a los que hacen las cosas bien. Entrené mucho, trabajé callada y las cosas se fueron dando, llegar a los Juegos Olímpicos después de haberlo pasado tan mal en su momento, creo que me demuestra que las cosas sí son posibles, solo hay que seguir intentándolo”, resume sobre su logro.
Paula Gómez es 100% producto sampedrino, forjada en las aguas de la Laguna Chica, donde llegó a practicar canotaje casi por casualidad. Tras mostrar grandes condiciones en su etapa formativa, en 2017 ingresó al polo de canotaje Promesas Chile del IND, programa en el que se mantiene . Fue campeona sudamericana cadete y juvenil, medallista de oro en los Panamericanos de la Juventud y plata en los Panamericanos de Santiago 2023.
“Hace poquito me di cuenta que desde chica, cuando empecé en el canotaje, jugaba a que era parte de los Juegos Olímpicos, pero nunca pensé que se haría realidad. Estoy viviendo un sueño y espero disfrutarlo al máximo. En estos momentos, uno repasa los años que le ha entregado a esta disciplina y se vienen recuerdos…el frío de la laguna, las largas jornadas de entrenamiento, los compañeros, los técnicos, puros lindos recuerdos. La verdad es que aún no me la creo, de a poquito voy asimilando lo que se viene y con ganas de disfrutar esto”, dice.
Finalmente, sobre lo que significa integrar un bote olímpico en compañía de la mejor canoísta chilena de la historia, Paula se mostró ilusionada. “Compartir el C2 con María José Mailliard es un tremendo incentivo, porque ella es una deportista de elite, que te obliga a ser cada vez mejor. Si yo mejoro mi rendimiento, hago que el bote mejore y podamos seguir soñando en París”, sentenció la deportista local, que se alista a volver a los entrenamientos en Curauma, en Valparaíso.