La vista panorámica del mar es amplia y profunda, equivalente a la pasión que siente Stefannia por la natación. Creció ligada al mar y no dudo en zambullirse en el mundo subacuático, donde descubrió técnicas y formas desconocidas para ella, hasta ese momento.
Por Sebastián Ormeño
El mar, la piscina o el agua resulta sinónimo de verano y de vacaciones para muchos. Sin embargo, dentro de un espacio acuático hay personas que encuentran más que eso. Ese es el caso de Stefannia Morales, una joven de 17 años que gracias a la gestión de sus profesores de la Teletón, y el apoyo inclaudicable de sus padres, comenzó una relación con este mundo y hoy está haciendo natación de manera competitiva.
Desde pequeña creció ligada al mar, iba a la playa con sus familiares y disfrutaba de las piscinas. Un día, mientras hacía terapia por una parálisis braquial obstétrica, se abrió la posibilidad de pertenecer a Promesas Chile, donde la entrenadora encargada vio en Stefannia un diamante en bruto.
La nadadora declaró que “cuando comencé tenía marcas muy bajitas, sabía lo básico: flotar y respirar. Pero de a poco comencé a mejorar mis técnicas y aprendí distintos tipos de nado, ahora me da mucha satisfacción saber todo lo que he mejorado”.
La joven no se quedó solo en el plano deportivo e indicó que “cuando digo mejorar, también me refiero a mi autoestima, me ayuda a olvidarme de cualquier problema que tenga antes de meterme al agua, en ese momento, deforma automática toda mi concentración se focaliza en no perder la técnica y mejorar mis marcas”.
También relató sus primeros pasos en la natación de competencia. “De primera no entendí muy bien y pensamos junto a mis padres que era solo con fines terapéuticos, pero después nos informaron que era para competir. A pesar de la sorpresa, mis padres siempre me motivaron. Empecé con miedo, nunca había competido y me encontré con una experiencia muy grata”, añadió.
En cuanto al colegio se autopercibe como una estudiante de buen desempeño, aparte de tener muy buena relación con sus profesores, que muchas veces le dan flexibilidades de horario para sus entrenamientos. Hace mención especial de su profesora de Educación Física, que la ayuda con ejercicios personalizados y la motiva a superarse constantemente.
Además se refirió con mucho cariño hacia sus padres, que la han apoyado en los procesos de competencia. Respecto a su padre, la joven recuerda que “hace un tiempo mi papá trabajaba en una empresa de gas, viendo todo el esfuerzo y fuerza que empleaba, de cierta forma me daba una lección, yo lo veía y pensaba que quiero llegar a ser tan fuerte como él”.
En esa misma línea, al ser consultada por algún deportista o persona que admire en la disciplina, mencionó a una de sus compañeras, Francisca Neiman, quien es seleccionada nacional.
Sobre lo que quiere lograr en el deporte, afirma que “así como mi compañera, yo también quiero llegar a ser una seleccionada nacional, sé que es difícil y para eso tengo que trabajar mucho. Sin embargo tengo mucha fe en que lo voy a lograr, de a poquito”.