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Serio relato de pelea en Fernández Vial: “Dijeron que me dispararían”

Uno de los implicados en el conato de barristas con un jugador aurinegro tras el duelo del sábado, contó su versión en primera persona, acusando un grave hecho con amenazas a su integridad.

Por: Samuel Esparza 19 de Marzo 2024
Fotografía: Cedida

Siguen los coletazos de la seria situación sucedida el sábado, tras el empate de Arturo Fernández Vial y Provincial Ovalle, por la 2ª División.

Tal como publicó Diario Concepción, los hechos se produjeron afuera del estadio Ester Roa, una vez concluido el encuentro, cuando un grupo de hinchas “apretaron” al jugador Raúl Muñoz, quien se encontraba con su pareja esperando locomoción, reprochando el mal nivel del equipo que lo tiene sin victorias aun en el torneo.

Según la versión de uno de los implicados, que salió herido tras el incidente, el grupo solo recriminó de manera verbal al futbolista, quien habría reaccionado con violencia física.

Por su parte, el club a través de su gerente general, Diego Rodríguez, negó aquello, dando una interpretación diametralmente opuesta. “Él estaba con su polola, y entre que lo empiezan a empujar y a pegar combos, él propina uno en defensa y genera este remate de golpes que termina rápido, porque logra escaparse e irse junto a su pareja”, aseveró el dirigente, junto con sostener que habrían severas medidas disciplinarias contra los hinchas implicados, quienes estarían identificados.

Sin embargo, una nueva versión surgió en las últimas horas, mucho más grave que las anteriores, y que implica incluso una amenaza con arma de fuego a uno de los barristas que estaba en el lugar. Acusación que cambia de cariz los sucedido esa noche.

“Amenazaron con dispararme”

El relato lo hace un joven hincha de tan solo 18 años, que teme por su integridad y por tanto prefiere reservar su nombre, consciente de que estuvo en el lugar y a la hora equivocada.

“Lo que pasó fue afuera del estadio. Veníamos saliendo con amigos para tomar micro a Concepción, y detrás venía el barrista que se vio implicado en la pelea. Ahí vimos que él se pone a discutir con Raúl Muñoz, que estaba con su pareja, y en un momento es ella quien lo agrede y lo deja sangrando. Ahí reacciona Raúl y los separa para defenderla. Se notaba que Muñoz estaba con la adrenalina a tope, porque empezó a pararse de manos con otros que lo rodeaban. De pronto se le cayó el celular, me di cuenta y fui a entregárselo, pero sin aviso me pegó un puñete en la mandíbula. Yo vi que estaba con adrenalina, por eso no quise ir a constatar lesiones y mantuve la calma, solo le pregunté por qué me pegó”, parte diciendo el denunciante.

A continuación, viene lo más grave. “Al final se separan todos y un auto pasa a buscar a Muñoz, a quien otra vez se le cayó el celular.

Nuevamente lo recogí, no sé como lo vi en la oscuridad, y corrí al auto para pasárselo. Y en ese instante se bajó un tipo del vehículo, me empujó y me dijo ‘aléjate, o te pego un balazo’”, relata.

“Yo no entendía nada, sentí mucho miedo y me fui con un grupo hacia General Novoa. De pronto me percato que atrás vienen los dirigentes Diego Rodríguez y Fernando Lazcano, además de algunos del cuerpo técnico y tres jugadores, quienes nos llamaron para saber lo sucedido. Estaban Gillard y Bogmis, que se portaron muy bien, pero Canessa estaba súper agresivo, lanzando patadas y empujando a otro chico de 19 años. Ahí se armó de nuevo una disputa, cuando de repente volvió el tipo del auto que me amenazó y nuevamente se puso a ofrecer balazos. Uno queda para adentro, porque no se espera que a espaldas de la dirigencia, aparezca un tipo así, es grave”, comenta.

Hoy, el joven hincha lamenta que la dirigencia no haya contado toda la verdad de lo sucedido, aunque reconoce que Raúl Muñoz le ofreció disculpas por la agresión, las que él aceptó. “No tengo nada contra él, entiendo su actitud y el momento. Lo que me preocupa es la amenaza, porque yo voy siempre al estadio, todos me conocen, no soy de la Furia Guerrera, pero me gusta saltar y apoyar con ellos. Entonces tengo miedo que se filtren mis datos y me pase algo, que la amenaza de dispararme se haga realidad. Tengo temor de contar esto, que salga en el diario y esta persona tome represalias, pero también entiendo que es importante denunciar para que no vuelva a ocurrir”, sentencia.

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