Tuvo la pelota, un hombre más y la peor de las suertes

Huachipato hizo un correcto partido de la mano de Montes y Gutiérrez, pero no supo llegar al gol y Calera se llevó el triunfo en un balón parado cuando se había quedado sin el volante Aued. El campeón aún no encuentra su mejor forma.

Le está costando mucho. Huachipato hizo su mejor partido en lo que va del año, pero igualmente lo perdió. Y con un jugador más en cancha, lo que lo hace aún más doloroso. La Calera fue hasta el CAP y ganó 1-0 gracias a un balón detenido, en el único remate realmente a puerta en 98 minutos. No puede culparse solo a la mala fortuna, es momento de sacar lecciones y corregir.

El primer tiempo fue todo por la banda del joven Maxi Gutiérrez, que pudo marcar con un muy buen derechazo rasante que se fue apenas fuera y casi al finalizar el primer tiempo desbordó para dejar solo a Cris Matrínez, quien empalmó mal.

También pudo ser al inicio con una buena volea de Santiago Silva, que tapó abajo el portero Ibáñez, o en el segundo tiempo con dos buenos remates desde fuera del área de un intermitente Carlo Villanueva.

¿Y Calera? Apenas dos derechazos groseramente desviados por Rebolledo, la expulsión de “Luli” Aued por alegar más de la cuenta y una pelota detenida a los 84’. Ahí ejecutó César Pérez y Franco Soldano metió un testazo de pique al suelo. Sí, al suelo, como el ánimo de este acero que tuvo todo para ganarlo.

La Figura

Maximiliano Gutiérrez tiene 19 años y es hermano de Joaquín Gutiérrez, justamente con quien pelea el puesto de lateral derecho desde 2022. Curioso, pero sería insuficiente para presentarlo. Maxi es un chico de enorme despliegue físico, terrible zancada ofensiva y muy criterioso y punzante a la hora de terminar la jugada.

Contra Calera pudo marcar tras cesión del “Sacha”, dejó solo a Cris Martínez al finalizar el primer tiempo y mostró una personalidad como común para un chico de su edad. En este esquema de tres centrales, donde se necesita un hombre bien abierto, Gutiérrez es una tremenda carta.

Mala Fortuna

Miguel Araos dio 8 minutos de tiempo agregado y quedaba el último tiro de esquina. Todo Huachipato arriba, la pelota cae en la posición de Cris Martínez y su remate iba directo a la red, de no ser por la espalda de Benjamín Gazzolo. Simplemente, mala fortuna. Tal vez era más justo el 1-1, porque La Calera con sus rimbombantes nombres (Gigliotti, Soldano y Hauche) creó muy poco ofensivamente. Javier Sanguinetti no pudo contar con Castillo, Sepúlveda y Loyola y no encontró el camino al gol.

Momento Clave

Con un jugador menos y una pobre jornada en lo ofensivo, la única forma de que Calera anotara era un balón parado y Huachipato se durmió, perdió las marcas. César Pérez ejecutó de buena forma a los 84′, Franco Soldano ganó fácil ante la marca de Gazzolo y remató de gran manera cabeceando de pique al suelo para batir a Martín Parra.

Calera ganó el juego rematando solo una vez entre los tres palos y con Huachipato manteniendo la posesión de balón prácticamente todo el encuentro. La supremacía debe concretarse en goles o de poco vale y en el CAP quedó demostrado.

La Polémica

Antes del gol cementero, el local preparaba dos cambios. Araos permitió el ingreso de Julián Brea por Leandro Díaz y dejó esperando a Jeisson Vargas. Lo curioso es que después del gol Huachipato esperaba la entrada del delantero, pero se les indica que no puede porque se acabaron las ventanas de cambio. Error grosero del árbitro y no del cuerpo técnico siderúrgico que siempre quiso hacer los dos ingresos de manera simultánea. No influyó en el resultado, pero sí fue impresentable.