Emilia Muñoz: a punta de regates se va abriendo paso en el fútbol y la vida

A sus 19 años, su talento le entregó una beca deportiva y también le permitió ser contratada en Huachipato. Oriunda de Chillán, dijo que partió muy chica, jugando entre hombres, lo que aseguró le ayudó para creer y confiar más en sus condiciones. Ahora, sueña con la selección.

Desde muy niña, Emilia Muñoz ha estado relacionada al fútbol. Un deporte que comenzó practicando muy pequeña, entre hombres, y con el paso del tiempo se ha convertido en su pasión y en un deporte que le ha permitido desarrollarse en otras áreas de su vida.

Gracias al fútbol estudia becada en la Ucsc, donde sacó todos sus ramos en su primer año de Pedagogía en Educación Física. Además, defiende la camiseta de Huachipato, club con el que estuvo cerca de volver a Primera, pero una derrota en las semifinales del torneo ante Everton impidió lograr ese objetivo. “Mi papá siempre me inculcó el deporte, me decía que me iba a ayudar y me decidí por el fútbol, que antes era sólo para hombres, pero eso ha cambiado. Al principio me costó adaptarme, porque estuve en varias escuelas en Chillán, con puros hombres. Era la única mujer y me daba un poco de vergüenza por lo que podrían decir. Pero ya después se me pasó y empecé a creer más en mí”, dijo.

De su trayectoria, contó que “en el Colegio Concepción de Chillán estuve en la selección y en 2023 entré a la Ucsc. El profe (Javier Villarroel) es nuestro PF en Huachipato, ahí juego igual en el primer equipo, y me ayudó con una beca deportiva. Así ingresé a estudiar Pedagogía en Educación Física. Al principio me costó compatibilizar los estudios con el deporte, por los horarios de entrenamiento en Huachipato, en la universidad, pero luego me adapté bien. Igual me ayudó la carrera que estoy estudiando que se relaciona con el deporte. Saqué todos los ramos el primer año”.

Dejando todo

Al momento de describirse como jugadora, Emilia indicó que “en la Ucsc juego de delantera, de extrema, y en Huachipato de lateral volante por derecha. Me gusta mi regate, la intensidad que pongo para presionar cada balón, soy intensa para jugar, no doy pelota por perdida. Me gusta regatear, el uno contra uno, siento que soy muy habilidosa. Y me gustaría mejorar mi técnica, la potencia y velocidad, quiero ser más rápida. Creo que no soy tan lenta pero siempre se puede mejorar (ríe)”.

Admiradora de Arturo Vidal – “siempre lo he tenido como referente, es un luchador, no da pelota por perdida”-, dijo que no lograr el ascenso con Huachipato fue triste, aunque también valoró lo positivo de la temporada pasada. “Fue duro, pero a pesar de eso me quedo con lo bueno. No se dio en semis, pero hicimos un gran torneo. Fueron cosas de segundos contra Everton. Personalmente crecí mucho, el profe creyó mucho en mí y empecé a creerme más el cuento como se dice”, afirmó.

Entre los estudios y el fútbol, dijo que no le queda mucho tiempo libre, y que los escasos ratos que tiene le gusta disfrutarlos con su familia. “Me queda poco tiempo, y cuando tengo me gusta pasarlo con mi familia. Como vivo en Conce ahora tengo poco tiempo para verlos, y cuando lo hago estoy al 100 con ellos. Como entreno todos los días con Huachipato me sale más cómodo. No puedo faltar, porque estoy contratada. Así que los fines de semana voy para allá si no tengo partido (ríe)”, señaló.

A su corta edad, tiene mucho por crecer y desarrollarse. Y Emilia quiere seguir mejorando y apunta alto al momento de preguntarle por sus sueños o metas que le gustaría cumplir a corto y mediano plazo. “Un llamado a la selección no estaría mal, ese es mi mayor sueño, y poder mantenerme. Que no sea solo un microciclo, estar, poder representar al país. Y pensando más en grande, irme a jugar al extranjero”, dijo.