Una vida entre la adaptación, la paleta y el laboratorio

Al saber los resultados de la PSU, no dudó. “Siempre me gustó el área científica, desde séptimo a cuarto medio estuve en un taller extracurricular de ciencias, de física. Participé anualmente en la feria científica que se hacía en el liceo, es algo que siempre me llamó la atención. También tenía como otra opción Medicina, pero no me alcanzó el puntaje e ingresé a Bioingeniería, que solo se imparte en la UdeC. Era la opción que tenía. Fue una gran decisión, no me arrepiento en absoluto”, dijo Constanza Pino, quien este 2024 cursará el tercer año de la mencionada carrera en la casa de estudios.

En su caso, elegir esta opción era una decisión muy grande, pues vive en Copiapó. “fue un cambio muy drástico. Mi familia me apoyó en todo en ese proceso, y acá la adaptación muy complicada los primeros meses, pues obviamente me costó pasar de estar en la casa con mis papás y mis hermanas a un departamento sola en Concepción, una ciudad que no conocía. Con el tiempo me fui adaptando a la ciudad, al clima, a la carrera, y poder entrar a la selección de tenis de mesa fue un gran apoyo”, señaló.

Este deporte era parte de su vida hace mucho tiempo, pero al entrar a la universidad adquirió otra dimensión para ella. “Cuando estaba en la enseñanza básica, el año 2011, entro a un taller de tenis de mesa en mi colegio. Me llamó la atención y quise probar. Luego, me fui a un club de allá, estuve dos años y después me salí, y en el transcurso de la enseñanza media seguí jugando, pero como hobbie. En total, llevo 13 años en esta disciplina”, contó.

De cómo se transformó en seleccionada de la UdeC, afirmó que “hicieron pruebas, un llamado abierto. Uno llegaba al gimnasio y la profesora daba las instrucciones de los ejercicios que había que hacer. Fueron dos días, y en el segundo dijeron ahí mismo quiénes quedaron en la selección y preselección. Ese momento fue de mucha ansiedad y de gran felicidad cuando me nombraron”.

Nuevos retos

Si bien a nivel regional la actividad del tenis de mesa femenino tiene pocos protagonistas, la UdeC también juega nacionales. Y justamente, en 2023 Constanza pudo vivir esta experiencia, que sin dudas fue inolvidable en su trayectoria deportiva.

“Como equipo femenino no tenemos tantas contrincantes de las otras universidades. Tuvimos un torneo donde jugamos contra Duoc y lo ganamos, y lo otro fue el nacional, donde obviamente había rivales más fuertes. Ahí perdimos en octavos de final, pero fue una experiencia muy gratificante. Era la primera vez que competía a ese nivel tan serio, antes estuve en regionales o interregionales, pero eso fue otra cosa”, destacó.

Al momento de describirse como jugadora, aseguró que “en lo positivo, creo que tengo muy buena mentalidad dentro del juego, no me desconcentro fácil. Cosas a mejorar, una es cerrar los partidos, por ejemplo estar dos puntos sobre el contrincante y poder hacer otro para terminar el set o el encuentro, eso me falta un poco. Y tal vez empezar a jugar un poco más agresivo”.

¿Cómo compatibiliza los estudios con el deporte?Constanza indicó que “ha sido un poco complejo, más que nada por los horarios. A veces no puedo asistir a los entrenamientos porque tengo clase o laboratorio, pero es un hábito muy positivo, sirve mucho para desestresarse, compartir con los compañeros”.

En cuanto a sus desafíos para 2024, se pone importantes metas tanto en el plano educacional como a nivel deportivo.

“En lo académico, seguir avanzando con la malla curricular de mi carrera y empezar a hacer pasantías en algunos laboratorios. Mi carrera es muy científica y una de las principales líneas es de investigación. En lo deportivo, entrenar mucho más, aprender técnicas nuevas, subir de nivel, probar cosas nuevas, diferentes estilos de juego, eso me gustaría mucho”, señaló.

Y más allá que le queden varios años a nivel universitario, Constanza aseguró que quiere seguir jugando tenis de mesa mucho tiempo más. “Ya es parte de mi vida, y es un deporte que no me gustaría dejar de lado a futuro”.