Por Soffía Araneda Muñoz
La disciplina coreana que combina movimientos con patadas, reconocido como un arte marcial, tuvo un periodo diferente a lo que suelen estar acostumbrados en la Región del Biobío. Se trata del Taekwondo, que en la última temporada solo presentó una fecha de competencia universitaria, en lugar de las cuatro o tres que se esperaban.
La Agrupación Deportiva de la Educación Superior (Adesup) reunió esta vez a cerca de 60 deportistas de diversas casas de estudio en la especialidad, como la Universidad del Bío-Bío (UBB), Universidad del Desarrollo (UDD), Universidad Andrés Bello (Unab), Universidad de las Américas (Udla), Universidad de Concepción (UdeC) y la Universidad Técnica Santa María (USM), quienes se enfrentaron en el torneo Ldes que se realizó a fines del segundo semestre de 2023.
A juicio del profesor de la Unab, Alejandro Saavedra, quien empezó en esta disciplina con tan sólo 14 años de edad, la realización de una sola competición no permite evaluar el progreso y desempeño de los deportistas.
“En 2023 estuvo un poco flojo para la especialidad en el deporte universitario, en términos de que tuvimos una solamente fecha a fines de año. Lo ideal para nosotros es tener unas tres o cuatro fechas en el año, porque es más fácil mantener a los chicos motivados con un objetivo de presentación o competencia. Claramente una fecha no permite confrontar mucho los avances ni la realidad de los jóvenes”, expresó el entrenador.
Cabe destacar que, en esta oportunidad, se premió únicamente de forma individual a las categorías Iniciación, Intermedio y Avanzado. En este sentido, una de las universidades que se lució fue la UdeC que, conformada por 16 estudiantes, recibió cuatro medallas de oro, seis preseas de plata y tres de bronce.
Con todo y pese a la baja competencia, Alejandro Saavedra se mostró satisfecho con el desempeño de su selección, integrada por 20 deportistas. “Tuvimos varios primeros lugares y como combate individual, nos fue bastante bien. El problema fue la cantidad de fechas. Esperamos que este año se mejore ese aspecto y tengamos nuestras cuatro fechas por lo menos, que permita que los chicos estén más en un roce más constante y motivados a la hora de entrenar”, sostuvo el entrenador del equipo de Avenida Collao.
Para Alejandro Saavedra, quien desde el año 2020 es profesor de la Unab, la próxima temporada de taekwondo es una oportunidad para formar una base de recambio y alcanzar el doble de estudiantes en la selección, con el objetivo de ser un equipo competitivo. “Para mi, independientemente de los resultados competitivos, este año es fundamental ampliar la base de entrenamiento y la base de deportistas”, manifestó al respecto.
Bajo la misma línea, su aspiración es tener presencia entre los primeros tres lugares de las competencias en la Región. No duda de ello, siempre y cuando tengan un buen nivel en la contienda.
“Creemos que lo podemos lograr porque tenemos una buena simiente, una buena base, pero no basta la individualidad sino que se necesita también un poquito de nivel competitivo en cuanto a la cantidad de competidores, es fundamental para poder lograr resultados”, aseguró.
En un mundo inmerso en múltiples disciplinas, la difusión y conocimiento de la especialidad de artes marciales se convierte en un desafío para la comunidad deportiva universitaria tanto a nivel regional como nacional.
Sobre aquello, Saavedra, reconoció que las universidades están en desventaja. De ahí que su mensaje es masificar el taekwondo, para así tener más personas en las selecciones y generar más competencia. “En cuanto al taekwondo regional y nacional, si es que hablamos del ambiente universitario, yo creo que está un poquito al debe, debería masificarse un poco más en las universidades. Se genera un buen grupo, los profesores nos conocemos todos y hay un buen ambiente en ese sentido. Pero este año varias de las casas de estudios estuvieron con poca cantidad de gente, yo creo que también este efecto de tener poca competencia igual afecta. Me parece que hay que hacernos más masivos y conocidos, no somos tan conocidos en el ambiente universitario”, analizó el entrenador.
Fue en 2012, cuando apenas se empinaba por los 13 años de edad, cuando la estudiante de la carrera de Química y Farmacia de la UdeC, Justin Rojas, empezó a practicar taekwondo, inspirada por la cultura asiática.
Hoy, como una reconocida exponente, analizó la temporada recién pasada en la que, si bien no pudo participar en el campeonato Ldes, quedó satisfecha en cuanto al nivel de desempeño y nivel de entrenamiento de su selección.
“En general el 2023 fue un año ‘full’ para mi, ya que entrenamos bastante durante el primer semestre. Por temas personales no pude continuar entrenando, por lo que tampoco pude participar en el único campeonato que se hizo. Sin embargo, entrenamos mucho como equipo, como taller y como selección, estuvo muy bien. El nivel de entrenamiento ha ido mejorando en la selección universitaria de la UdeC, así como también en taller. Actualmente están llegando niños de taller que no tienen mucha experiencia, pero en un par de semanas parece como si hubiesen entrenado más de un año”, contó.
Como testigo de las destrezas de sus compañeros, la deportista agradeció a la entrenadora de su casa de estudios.
“Yo pude ver a mis compañeros, tienen un buen nivel, nada que decir, felicitarlos por su gran desempeño que tuvieron y felicitar a nuestra maestra, Viviana de la Rosa, porque está siempre con nosotros”, destacó.
Justin Rojas señalo estar motivada para el próximo período de taekwondo que se acerca, pero al igual que el entrenador de la Unab, apuntó al aumento de la audiencia y participación en la disciplina. “Espero que este año tengamos más personas que quieran inscribirse en la selección o en taller de taekwondo de la UdeC, para poder seguir dejando legado tanto como de universidad como personal”, sentenció la taekwondista famosa en el circuito por su patada frontal (Ap chagui).
Constanza Sanhueza, quien practica taekwondo desde hace tres años, y actualmente estudia Ingeniería en Ejecución de Gestión y Control Ambiental en la USM, es una asidua participante del torneo universitario.
La seleccionada de su casa de estudios, consideró que la última temporada fue un período de aprendizaje y motivación, tanto para el equipo como para su entrenador. “Con mis compañeros practicamos de todo un poco, harta flexibilidad, rapidez, fuerza, equilibrio y resistencia para los combates”, sentenció la exponente que, este año, espera seguir creciendo en el deporte que más la apasiona.