Los socios del cuadro lila aprobaron la idea de concesionar los Campos Deportivos de Nonguén, mientras Cristian Garrido dejó la gerencia.
Jornadas muy movidas en el “León”, que ha tenido horas claves desde lo extra futbolístico. Primero, desde las 18:30 horas del viernes se realizó la asamblea de socios/as que tenía tres objetivos: aprobar estatutos, aprobar el proyecto de concesión de los campos deportivos y la elección del Tricel. Tal reunión se llevó a cabo en Nonguén y contó con poco más de 50 asistentes.
En la cita, efectivamente los dos primeros puntos fueron aprobados, por unanimidad y 44 votos a favor, 9 en contra y dos abstenciones en el segundo, quizás el que más ruido generó en días-semanas previos dada la relevancia que tienen los Campos Deportivos de Nonguén para los fanáticos del “León”.
¿En qué consta la concesión de tal recinto a los controladores (Vicjo Spa) de Deportes Concepción? En un principio, surgió la opción de que el lugar donde hoy entrena el plantel profesional fuese vendido. Sin embargo, más allá de algunos problemas judiciales que impiden aquello, tal idea no generaba un consenso en los socios-hinchas. Así se llegó al plan de concesionar -por un plazo máximo de 30 años- el lote plano de Nonguén, sin contabilizar los cerros.
La concesión surge, como idea principal, por el afán de crecer por parte del máximo accionista del club. Apenas pusieron un pie en Nonguén, en la sociedad anónima entendieron que las condiciones del recinto no son las óptimas como para proyectarse seriamente en las distintas áreas, tanto el trabajo del primer equipo, series menores, el fútbol femenino y la propia labor de los directivos y/o empleados del club que van diariamente al lugar.
Por lo mismo y atendiendo a cumplir con necesidades básicas que se deben cubrir, a los socios se les dejó en claro que concesionar no es lo mismo que vender, por lo que entendiendo que el Club Social no cuenta con los recursos para mantener los campos deportivos e invertir, se decidió aquello. Fue una votación contundente a favor de la idea de concesionar, sobrepasando los 2/3 de quórum, teniendo un camino por recorrer aún en torno a analizar los cambios que se verán en Nonguén.
Cabe destacar que el Club Social y sus socios han tomado “precauciones” ante tal concesión, asegurándose de varios puntos. Entre ellos, por ejemplo, que los fanáticos puedan seguir accediendo al lugar, que se mantengan los colores, nombre e identidad, que en el futuro la realización de actividades como asambleas o la “Navidad Lila” se sigan llevando a cabo allí, que el tiempo máximo de concesión sean 30 años, que se construya una salida desde el sector norte de los campos, entre otros ítems.
Por último, en tal asamblea, se definió el Tricel de cara a la próxima elección para escoger nueva directiva del Club Social.
Nuevo rol
Un día después de la asamblea, específicamente a las 11 horas del sábado, hubo una junta telemática de accionistas donde Víctor Rubio no estuvo presente, pero sí dejó un poder para votar.
El tema principal de la reunión era definir la gerencia general, que quedó en manos de Gabriela Parra tras la salida de Cristian Garrido.