A lo largo del año, hubo partidos e instantes que resultaron determinantes para que el acero fuera campeón. Un torneo muy regular, pero con algunos altibajos de los que supo recuperarse rápido.
Huachipato comenzaba la temporada con Gustavo Álvarez en la banca en reemplazo de Mario Salas y con un plantel sin grandes contrataciones. En relación a 2022, arribaron Mateo Acosta, Julián Brea y Carlo Villanueva. Además, también pueden considerarse como refuerzos las recuperaciones de Nicolás Ramírez y Brayan Palmezano, que jugaron poco en 2022 por graves lesiones.
En ese panorama de incertidumbre, el acero tuvo un comienzo espectacular. Primero le ganó 3-1 como visita a la U. de Chile, con tantos de Altamirano, Cris Martínez y Maxi Rodríguez. Luego venció 2-1 en Talcahuano a Cobresal, derrotó por la cuenta mínima a O’Higgins en Rancagua y se impuso por 2-1 a Coquimbo en la cuarta región. Y tras perder con Palestino (1-2), sumó dos victorias más ante Curicó (3-1) y Everton (3-0).
Con 29 puntos, Huachipato finalizó en el primer lugar de la tabla la primera rueda del torneo, con un registro de 9 victorias, 2 empates y 4 derrotas, con 24 goles a favor y 14 en contra. Finalizó con un punto de ventaja sobre Cobresal (28) y tres sobre la Universidad de Chile (26).
Más allá de los buenos números y el gran rendimiento conseguido, en Talcahuano nadie quería hablar de campeonato. El técnico Gustavo Álvarez mantenía el mismo discurso que tuvo gran parte de la temporada, con el “partido a partido”, y que no había que pensar muy a futuro, con la mente puesta siempre en el siguiente encuentro.
De todas maneras, esta primera parte del campeonato probó algo que el elenco acerero tuvo casi siempre a lo largo de la temporada: regularidad y un rendimiento muy parejo, sin grandes bajones.
El arranque de la segunda rueda fue el peor momento de la temporada para Huachipato. Sumó 4 de 15 puntos en los primeros cinco encuentros, incluyendo una dura derrota en El Salvador ante Cobresal donde Gustavo Álvarez pensó en dejar la banca.
Junto a ello, se sumó la partida da Javier Altamirano a Estudiantes de la Plata de Argentina. El volante disputó su último encuentro en el 2-2 contra Coquimbo Unido en el CAP, el sábado 5 de agosto, dejando un vacío que no se sabía bien cómo iba a llenarse. Ahí fue clave el alza en el rendimiento que tuvo Jimmy Martínez en la recta final del certamen.
Además, para esa segunda rueda Huachipato sumó apenas un nombre: Pablo Magnín, delantero argentino de 33 años que nunca se consolidó ni ofreció soluciones futbolísticas en la cancha.
Tras la caída ante Colo Colo en Santiago, Huachipato empezó a levantar su nivel y sobre todo a tener buenos resultados, que lo hicieron ponerse otra vez en la lucha por el campeonato.
Al final, terminó el certamen con una gran racha de 11 encuentros sin perder, con 7 triunfos y 4 empates. En ese trecho del campeonato, hubo algunos resultados muy importantes, como la victoria por la cuenta mínima ante Unión Española en Santa Laura o la goleada 4-2 como visitante frente a La Calera, antes del largo receso por los Panamericanos.
Pero sin dudas l fundamental vino en Chillán, ante Ñublense. Huachipato lo igualaba sin goles, y literalmente en la última jugada un cabezazo de Maxi Rodríguez se desvió en Guerrero y le dio la victoria al acero. Sin ese gol, Cobresal hubiese sido el campeón.