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“UdeC, la ciudad y sus colores enamoran”

Por: Carlos Campos 04 de Diciembre 2023
Fotografía: Cedida

Fue amor a primera vista el de Andrés Pizarro con el Biobío. Y en especial con la U. de Concepción. El voleibolista tiene 29 años y llegó a la zona desde La Serena, motivado por el deporte y el amor por la disciplina que, sin querer, le inspiró su padre, Cristian. “Siempre el vóleibol estuvo en mi vida. Mi padre nunca me obligó ni nada, fue llamativo para mí porque yo estaba cerca cuando él jugaba. Lo acompañaba y él me enseñaba a observar”, recuerda Andrés, quien en 2013 llegó a Concepción y al poco tiempo se instaló muy feliz por la zona.

Comenzó a los 8 años a jugar y en el Campanil se fue desarrollando al mismo nivel que el equipo crecía. “Cuando llegué, la UdeC no estaba bien posicionada y ahí se empezó a realizar un trabajo con distintos entrenadores que llegaron, como Raúl Sanhueza, Guillermo Jiménez y ahora con Juan (Ignacio Armoa). Fui seleccionado regional allá en La Serena, ganamos un título en 2012 y ahí me vine a Conce. Llegué con mis cosas, sin conocer a nadie, me sumé al plantel y cada vez nos fue mejor”, cuenta.

Andrés, quien está por egresar en la carrera de Agronomía, expresó sobre sus años en Universidad de Concepción que “la ambición fue siempre estar entre los primeros o ser líderes en la Región. Cuando yo llegué, la Cato era la universidad que predominaba, pero de a poco empezamos a hacerle pelea y todo se dio vuelta. Fueron cambiando las generaciones, nos posicionamos como UdeC, se sumaron refuerzos y se apostó por jugadores nuevos. Así son los procesos, son largos, no es llegar y empezar a ganar. Esa ha sido siempre la visión, nunca me tocó ver al equipo empeorando, la idea siempre fue ir mejorando entre jugadores, cuerpo técnico y toda la unidad”.

Vida penquista

Más allá del aspecto deportivo y académico, Andrés destaca que “Concepción ofrece un montón de panoramas y distractores. Debes ser bien maduro porque no tienes los objetivos claros en lo deportivo, te puedes perder en lo extra. Por lo menos yo lo he sabido sobrellevar siempre. Venir a Conce fue un salto. Lo que me hace gracia es no estar en Santiago. Para mí, todo lo que pasa en regiones, tiene más mérito y un sentido. Si puedes sacar campeón nacional a un equipo de región, es distinto a la capital”, revela el joven de 29 años.

Y no sólo juega Adesup, sino que también compite al más alto nivel en la Liga A1. “Esa es otra cosa, es mucho más competitivo todo. Y ahí se ve lo que mencionaba recién, que hay tres equipos de regiones; Viña, Conce y Linares, siendo todos los demás de Santiago”, agrega Andrés, quien tiene raíces familiares en el Biobío y, por supuesto, Universidad de Concepción. “Mi hermana juega de líbero, es Martina. También es de La Serena y la posibilidad de irse a Santiago estuvo, pero existe este romanticismo de una ciudad que la verdad enamora … por los colores, el gimnasio, todo. De hecho, si te das cuenta, la UdeC es de las únicas que tiene todas sus facultades juntas y donde se ve un espíritu de universo. Hay ‘locos’ bailando en los pastos, hay vida. Si yo tuviese una final, el día anterior me iría al Campanil a dar una vuelta y ver todo eso que representamos. El forma parte de mi vida, la motivación es muy intrínseca, nunca he esperado a cambio”, sentencia Andrés.

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