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Christian Lovrincevich: el hombre detrás de la resurrección lila

Deportes Concepción cerró el año con su DT como pieza clave. El trasandino analizó un 2023 lleno de desafíos. “Me acuerdo que Gino Valentini me mandó un mensaje que decía ‘help, help, help’”, contó.

Por: Carlos Campos 01 de Diciembre 2023
Fotografía: Deportes Concepción

Contra todo pronóstico a mitad de año, Deportes Concepción cierra el año con sonrisas, satisfacción e ilusión. Y en gran parte, aquello se lo deben a Christian Lovrincevich. El DT tomó la riesgosa decisión de asumir la banca lila en plena crisis, sacando adelante la tarea con un 64,29% de rendimiento, ganando 8 partidos, con 3 empates y 3 derrotas. Con humildad, el argentino repasó varios aspectos de su carrera, habló del intenso 2023 y proyectó lo que será la siguiente temporada.

Su formación como DT

“Jugaba en las menores de River, hasta que en un momento me dejan libre, voy a un club del ascenso y había que tomar mucha micro. Terminé la secundaria y me anoté en el profesorado de educación física. Hice un año y no me gustó, no era lo mío. A los 21 años me convocaron a las divisiones más chicas de Huracán para ser asistente de un entrenador de la Sub 11-Sub 12. Empecé con Jorge Célico, después hice el curso de entrenador y a los 24 años me recibí. Seguí formándome, perteneciendo a estructuras sólidas de fútbol infantil. Siempre decidí crecer y formarme, no instalarme de inmediato en una categoría alta. Me metí a los mejores clubes de fútbol juvenil como Argentinos Juniors, Estudiantes o Rosario Central. Recién en 2014 surgió la posibilidad de dedicarme al fútbol profesional cuando era director de menores en All Boys. Ya son casi 10 años”.

Llegada al club

“Había estado en conversaciones con el Conce en años anteriores, pero estaba en Banfield. Desde ahí seguí al club por redes para ver cómo era y estar informado. Ante la insistencia este año, no lo pensé mucho. Me sentí querido, necesitado. Me acuerdo que (Gino) Valentini me mandó un mensaje y las primeras tres palabras eran ‘help, help, help’. Fue simpático”.

Su fórmula

“Teníamos que convencer hacia dónde íbamos. Darle al grupo una visión, un objetivo, un horizonte y tener claridad en lo que queríamos. Y eso no se le puede recitar a los jugadores, hay que emocionarse y sentir que lo podemos hacer. A cualquier tipo de razonamiento, agregarle venas, alma, corazón, empatía y cariño. De esa manera uno puede influir, contagiar. Las ideas sin emoción no convocan. Así empujamos e intentamos conquistar. Eso sacó la mejor versión de los jugadores”.

¿Es un DT salvador de equipos?

“Eso es poner una etiqueta … y las etiquetas siempre mienten, recortan la inmensidad de un entrenador. Cualquier DT es mucho más que eso. Un entrenador es una complejidad, una forma de jugar, un modelo de juego, una forma de entrenar, prepararse, liderar y conducir. Las etiquetas generalmente se ponen por no pensar demasiado”.

Fiel a un concepto: creer para ver

“Hay cosas que se materializan porque uno primero las cree. Cuando uno ve un río, hay alguien que se imaginó un puente que no está y después se construye. Me refiero a eso. Hay que creer, sentir, poner el alma y una vez que uno logra esa visión, no hay que parar hasta construirla. Las instituciones exitosas tienen una visión y cada uno hace su parte para alinearse a esa visión. Y las instituciones poco exitosas, para mí, son donde hay muchas opiniones, donde quizás uno ve el río, pero otro ve un puente, otro un túnel, un ascensor o un teleférico”.

¿Qué es jugar bien?

“Tiene que ver con la eficacia. Si uno juega bien es porque cumple objetivos en cada fase y que cuando se junten todas, uno pueda haber cumplido el 70 u 80%. Hay veces en que se juega bien y se pierde, porque el rival acertó jugadas donde no cumplimos los objetivos. En una pelota parada, por ejemplo. En algunas derrotas uno gana y en victorias donde no tienes la pelota, se gana pero se pierde”.

Su escuela futbolística

“El fútbol asociado le ganó a todas las escuelas. Todos los equipos salen jugando, la mayoría tiene distintas alturas a la hora de ubicarse. Una escuela que le ganó a todas y para mí es la última renovación táctica que se retomó sobre el 2000, es la holandesa del fútbol total. La de Rinus Michels la desarrollan posteriormente Van Gaal, Bielsa, Guardiola. Me da la impresión que de ese fútbol total que nos decían en los 70 donde todos atacan y todos defienden, llegó para quedarse. Todos los jugadores están involucrados en las distintas fases del juego”.

Vara alta para 2024

“No me preocupa. Lo que pretendemos como cuerpo técnico es diseñar un plantel competitivo, con hambre, donde los jugadores sean competitivos. Para mí es importante que quienes jueguen o quienes no, se entreguen al máximo, apoyen a los compañeros y sean profesionales. Tengo mucha claridad en lo que debemos armar”.

Objetivo para el próximo año

“Si en esta temporada tuvimos 14 finales, ahora apuntamos a un torneo que tenga 26, más la Copa Chile y todo. Es el espíritu que me gustaría transmitir e instalar. El objetivo es pelear todo lo que se nos presente. Los objetivos a largo plazo cuando uno dice ‘quiero ser campeón’ hay muchas chances de desviarse. Si fuésemos boxeadores y la pelea tiene 12 rounds, no está bueno pensar en el 12, porque quizás te dan una paliza en el primer round. Queremos ir a cada round, o partido, mostrando los dientes y siendo competitivos, cumpliendo con nuestra forma de jugar”.

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