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Álvaro se unió a un deporte que lo recibió con los brazos muy abiertos

Hoy estudia para ser entrenador deportivo en la Unab, pero recuerda con mucho cariño su etapa como estudiante y voleibolista a nivel escolar. Con 18 años, expresa que “me gustó como en los Panamericanos se llenaron los estadios en todas las disciplinas en general. Me gusta el volley porque si o si hay contacto y más juego”.

Por: Carlos Campos 13 de Noviembre 2023
Fotografía: Cedida.

Se le nota motivado y feliz, siempre con el deporte como un estilo de vida. Álvaro Prieto, con 18 años, disfruta y recuerda muy gratamente su etapa en el vóleibol a nivel escolar. Partió desde pequeño y pese a echar pie atrás en un momento, no dejó de practicar uno de las disciplinas que mayor furor causó hace muy poco en los Panamericanos Santiago 2023.

Álvaro cuenta que “siempre me gustaron los deportes y el vóleibol lo empecé a practicar cuando iba como por sexto o séptimo básico. Después me salí y lo retomé en pandemia. Ahí empecé a entrenar en un club, aparte del colegio”.

Porque claro, estuvo por años en el Almondale Lomas, retomando la actividad previo a su etapa universitaria. “En su momento me fui del vóleibol porque me costaba aprender a jugar. Además, me daba algo de miedo porque el balón pegaba muy fuerte. Me frustré un poco”, revela, agregando que “me animé a volver porque en pandemia mi actividad física fue mala. No hacía nada de deporte. Entonces me acuerdo que ya había probado el volley y dije ya, le daré otro intento, pero más seriamente. Y ahí me gustó más, ya no estaba con ese temor del inicio”.

No sólo intentó el vóleibol, sino que probó con el fútbol y básquetbol, aunque con una experiencia más negativa que positiva. “Lo intenté cuando más chico, pero quería jugar y no me metían. Claramente mis compañeros decían ‘este no es tan bueno, no le pasemos la pelota’. Eso provocó que me alejara. Y en el volley eso no se da, porque si o si hay contacto y juego”, contó.

Pero además del colegio y para potenciar su habilidad, entró a un club. “Empecé a ir mejorando en el United Lomas. Además estaba en la selección del colegio, pero ahí no había una restricción o prueba para entrar, se acepta con el fin de enseñar y mejorar. No es un ámbito tan competitivo, sino que también formativo. He sido de los experimentados que ha podido ayudar a compañeros que son más nuevos”, dijo.

Hoy, con el vóleibol como un lindo recuerdo y empapado de todas las disciplinas por lo que será su profesión, disfrutó de la popularidad y visibilidad que tuvo su deporte en Santiago 2023, donde con un ambiente enorme los gimnasios se vieron repletos en competencia de día o noche, tanto en damas como varones.

“Fue bonito. No pude ver mucho por clases, pero me gustó mucho como se llenaron los estadios no solamente por el vóleibol, sino que en todas las disciplinas en general”, afirmó, añadiendo que “hoy estoy en la Universidad Andrés Bello, en la que estudio para entrenador deportivo. La rama de volley es parte de la carrera. Acá nos enseñan deportes generales para así nosotros aplicarlos después. Nunca fue problema compatibilizar el deporte con los estudios. Soy organizado”.

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