Mailliard y otras dos finales en inicio del canotaje panamericano

Laguna Grande de San Pedro volvió a abrir sus aguas a la competencia y la jornada entregó nuevos éxitos rumbo a las medallas. La “Coté” analizó este duro arranque. Esta mañana continuarán rondas clasificatorias.

Un lujo en las aguas sampedrinas con dos campeonas mundiales que volaban, casi a la par. Primero llegó la cubana Yarisleidis Cirilo y 1.48 segundos después María José Mailliard, la estrella chilena del canotaje. Ambas clasificaron a la final del viernes, esto fue solo un adelanto y la “Cote” lo sabe. “Aquí hay mucho de estrategia, en la final es lo real”, advirtió. Fueron tres exponentes nacionales viendo acción y todos avanzaron a sus respectivas finales. Los Panamericanos nuevamente en llamas.

La primera chilena en competir fue Ysumy Orellana, que llegó tercera en el K1 500 metros, detrás de México y Estados Unidos, y tuvo que clasificar en una ronda extra de semifinales. En esa instancia fue segunda, aventajada por la brasileña Ana Paula Vergutz.

Todo bajo ese viento sampedrino que obliga a abrigarse con exageración y mucho público que alentó con sus constantes “Ceacheí” y gran parte intentando llevarse un recuerdo de “Fiu”, la mascota estrella de los Juegos. A diferencia del remo, que se aprecia más a lo lejos, las pruebas de canotaje terminan justo ahí en la orilla, a los pies de la gente y el espectáculo es completo.

En la cuarta prueba de la mañana Marcelo Godoy y Camilo Valdés también entraron a la final, en este caso del K2 500 metros, escoltando a la dupla canadiense. Valdés expresó que “hay rivales muy fuertes y entramos segundos detrás de los canadienses, que están ya clasificados a los Juegos Olímpicos. Hicimos una carrera controlada para no desgastarnos tanto físicamente. Cuando vimos que estábamos las dos duplas adelante, preferimos guardar energía y con todo eso hicimos muy buen tiempo”.

Esperando a Mailliard

Entró casi a las 10 de la mañana al agua y era la carrera que todos esperaban. Los 200 metros singles, donde “Coté” cerró con marca de 48.42, secundando a la cubana Cirilo, que registró 46.96.

La cara de Mailliard era de calma y sentenció que “las condiciones no estaban buenas, no eran para salir a matarse. Con olas, una palada en falso te puedes lesionar un hombro. Nuestro deporte es más de aguas tranquilas y si se llega al límite de viento puede hasta suspenderse, no sé cómo estábamos con eso. Buscaba el pase directo y ya el primer paso se dio”.

La destacada atleta agregó que “mi idea es hacer podio en 500 y 200 metros, aunque mi especialidad son los mil y las pruebas más largas. Me es innato, pero esto también se me da bien. Para mí es normal la presión, en los mundiales es peor, en los olímpicos ni te cuento. Aquí hay cuatro competidoras ya clasificadas a los Olímpicos, ese es el nivel, es altísimo. Una final acá es una final mundial”.

Y pensando a futuro señaló que “es un privilegio clasificar un año antes a los Olímpicos. Si la federación me permite hacer una preparación completa y no me está hinchando todo el tiempo puedo estar en el podio sin duda. Yo estoy en España, tranquila, y pido que no me estén haciendo venir a Chile a controlar, con personas que no tienen nivel, que me dejen prepararme bien. A Tokio no llegué bien y ahora estoy mejor que nunca. El oro no es mi expectativa, es mi meta”.