El volante analizó su temporada colectiva y personal en el Campanil. “Ha sido un proceso positivo, pero puede ser mejor”, dijo, aunque fue claro y sostuvo que “necesito mejorar mi regularidad”.
Fue uno de los puntos altos en una campaña irregular que dejó más amargura que cualquier otra sensación. Felipe Orellana, volante de Universidad de Concepción, se tomó unos minutos para analizar la temporada colectiva y personal en el Campanil. Con los auricielos, pasó un muy mal primer semestre lleno de sufrimiento, pero vivió una mejor segunda rueda marcando golazos desde media distancia y logrando el objetivo de mantener la categoría. “Fue un año de menos a más. Al inicio nos costó bastante y después en la segunda rueda también, en torno a insistir con lo que fue el buen comienzo de esa rueda … si en un momento llegamos a estar 11 partidos invictos. Ahí faltó seguir con el cuchillo entre los dientes. Lo importante es que al final se logró el objetivo”, dijo el volante de 23 años.
En todo caso, recalca que “ese era el mínimo objetivo, porque en un momento sentimos que teníamos las opciones de llegar a liguilla. No era agradable descender a una categoría donde nadie te ve. Fue todo muy complicado, pero en el segundo semestre llegaron las sonrisas. Hay que sacar lecciones del año”.
Desglose personal
Felipe Orellana jugó 35 partidos en la temporada, 29 por Primera B y 6 por Copa Chile. Sumó un total de 2597 minutos, marcó 4 goles (de muy buena factura) y fue titular en 28 ocasiones, siendo reemplazado 3 veces. Sobre su rol en la cancha y lo cosechado, expresó que “fue un año positivo, donde con el tiempo me fui generando la confianza que necesitaba sentir. Hice goles, pero quiero seguir mejorando y puliendo mi juego. En general el proceso ha sido positivo, pero que puede ser mejor”.
¿Qué necesita pulir? Orellana fue claro: “mi regularidad”, sostuvo. Y añadió que “hago partidos muy buenos y después uno más o menos nomás. Y no puedo andar así. En este puesto hay que ser humilde porque debes andar apoyándolos a todos. Me puse a trabajar aparte con el PF (Marcelo) Oyarzún. Le pedí trabajos para mejorar lo físico”.
El buen trabajo de Orellana en la campaña del Campanil lo tiene en la mira de un par de clubes, algunos de ellos de categorías superiores. “Tengo contrato vigente, aunque si viene algo mejor para el futuro, hay que analizarlo”, afirmó el volante oriundo de Osorno, que le marcó en este año a Cobreloa, Antofagasta, Santiago Morning por la Primera B y Rangers, por Copa Chile.