Como viene pasando en los últimos años, el torneo, que en cancha finalizó el 15 de octubre, se sigue jugando en el escritorio, con cuestionamientos al campeón Limache y su escolta Melipilla, denunciados por supuestas irregularidades financieras. Además, durante la temporada cinco clubes recibieron descuentos de puntos, e Iberia y Valdivia, los descendidos en cancha, lo hicieron no por mal rendimiento deportivo, sino por temas económicos. Sin televisión ni apoyo desde la ANFP, sin participación en el consejo de presidentes ni fuentes de recursos permanentes, para la mayoría de los clubes un año en la división es sólo gasto. ¿Qué se puede hacer para mejorarla? Un repaso a su historia, su irregular origen y voces de sus protagonistas que entregan su propio diagnóstico y testimonios que reflejan el abandono que sufre.
El pasado jueves, representantes de Limache y Melipilla fueron citados forma presencial en el Tribunal de Disciplina de la Anfp. Ello por las denuncias en su contra, realizadas por el propio Melipilla en el caso del campeón de Segunda 2023 y por Fernández Vial contra los “Potros”. Nada nuevo en el panorama que hace rato se presenta en esta categoría, que hace tiempo termina sus torneos no en la cancha, sino en el escritorio.
En este caso, las acusaciones de ambos se relacionan a temas económicos. A Limache se le cuestiona exceder el límite financiero de la división ($30 millones mensuales para plantel y cuerpo técnico), mientras que a Melipilla se le acusó por “pagos en negro”, es decir, entregar dineros -casi siempre en efectivo- que no están incluidos en el contrato de ciertos jugadores durante la temporada 2022, cuando el equipo militaba en la Primera B.
Un panorama que ya se vio, en la pelea por el ascenso, en 2020, cuando Fernández Vial obtuvo su lugar en Primera B por secretaría, luego que a Lautaro se le descontaran seis puntos por irregularidades financieras. Esa misma temporada, el otro equipo local, Deportes Concepción, logró quedarse en la categoría también por un tema administrativo: se sancionó con la resta de tres puntos a Vallenar por irregularidades en el pago de los sueldos de diciembre, entre otros incumplimientos.
En este 2023, la tabla de posiciones terminó llena de asteriscos por descuentos de puntos, asociados principalmente a temas económicos. De hecho, ambos descendidos, Iberia y Valdivia, perdieron la categoría por restas de unidades, ya que recibieron sanciones por 10 y 8 puntos, respectivamente.
Lo que se vive en esta división no es nuevo, y muestra todas las carencias que tiene la categoría. No tuvo ingresos por televisión y de otro tipo en esta temporada, y para la mayoría de los clubes se generan gastos más altos que el dinero recibido por otros ítems. Además, no tiene voz ni voto en el consejo de presidentes, pese a estar bajo el alero de la Anfp.
¿Resiste seguir en estas condiciones? ¿De qué manera se puede mejorar en lo competitivo y administrativo pensando en el futuro? El análisis de una división sencillamente botada, donde protagonistas actuales y de otras temporadas dieron sus impresiones de una competencia cuyo origen dista mucho de su condición presente.
La mirada dirigencial
En nuestra zona, hay tres equipos en esta categoría:Fernández Vial,Deportes Concepción e Iberia, aunque este último descendió en cancha la presente temporada.
Diego Rodríguez, gerente general del Almirante, entregó su diagnóstico.Consultado sobre el estado actual de la división y el poco apoyo que recibe, afirmó que “la verdad que es una categoría donde es increíble el poder de resilencia que tienen los clubes. Más que poca ayuda, es complejo el escenario económico de la mayoría, pues pocos son capaces de lograr una estabilización para no caer en falencias que signifiquen sanciones por parte de la Anfp y otros entes. Creo que como instituciones deportivas debemos unir fuerzas para mejorar el torneo y así lograr un atractivo importante tanto para la gente como para las marcas”.
En cuanto a la resta de puntos, cada vez más habituales en Segunda, Rodríguez señaló que “no es grato llegar a esas instancias, sobre todo considerando lo complejo que resulta terminar una temporada deportiva, sea el club que sea. De todas maneras, me parece que si hay sanciones administrativas o financieras es por alguna falta importante. Y ante eso, no queda más que acatar. Obviamente no es lo ideal, pero si no se es capaz de cumplir con las bases y reglas de la competencia, la verdad no resiste mucho mayor análisis”.
Respecto a si se requiere una “cirugía mayor” en Segunda, el gerente general aurinegro aseguró que “personalmente creo que la división tiene muy buenos equipos, por lo que hay que establecer algunos cambios para bien en lo que refiere a lo competitivo, y así podremos disfrutar mucho más el torneo de principio a fin. Estoy seguro que con el trabajo que se está haciendo en conjunto con los clubes de la categoría podremos hacer un torneo mucho más atractivo, desde lo deportivo hasta lo administrativo”.
Gabriela Parra, presidenta de Deportes ConcepciónSadp, hizo en primer término un balance del año del club.“Este año sin duda fue de crecimiento institucional, partiendo de un innovador modelo entre el club social y un nuevo socio estratégico. Además, el fortalecimiento institucional se potenció mediante el levantamiento de capital, que contó con gran participación de los hinchas, y hoy estamos a puertas de finalizar la segunda parte de este proceso. En lo deportivo, si bien fue una primera rueda con muchas dificultades, las decisiones administrativas permitieron mejorar en la segunda rueda logrando mantener la categoría. Todo esto mediante la incorporación de refuerzos y el esfuerzo de todo el plantel, cuerpo técnico y dirigencia del club”.
Sobre el futuro del club y la división, comentó que “actualmente en lo administrativo y deportivo el club no ha detenido sus funciones y continuamos preparando lo que será el campeonato 2024, siempre esperando que las condiciones del torneo puedan mejorar junto a la colaboración y organización de todos los clubes participantes”.
La voz de los protagonistas
Vicente Kalleg asumió como técnico en Valdivia tras la partida de Luis Marcoleta. Sobre la categoría, indicó que “ha sido una tónica durante los últimos años que el tema económico es fundamental en esta división. No se reciben aportes desde ninguna parte y lamentablemente la gente que es parte de esta categoría en lo administrativo, está metiendo plata en un saco roto”.
En ese sentido, agregó que “si se calcula la cantidad de millones entre planillas, viajes, alimentación, hoteles y extras, si lo multiplicas por los 13 equipos que no tuvieron la oportunidad de ascender y por todos los años que podría permanecer en la división, es algo realmente insostenible. No sé si da para más, la verdad. Al final se juega al mejor postor, donde el equipo que tiene mayores ingresos, tendrá mayores posibilidades de ascender”.
Carlos Sepúlveda conoce muy bien la división. “Chirigüe” fue parte de la filial de Colo Colo en los inicios, y luego siguió varias temporadas en la categoría, con un paso muy recordado por Fernández Vial. “Empecé jugando a nivel profesional, si se pudiese decir así, por los equipos filiales. En ese tiempo era parecido a lo que es ahora, con poca ayuda. Uno jugaba por participar y tener minutos porque había pocos equipos en la categoría. Nunca han existido recursos en esta división, desde esa época en 2012 hasta ahora. Lamentablemente en Primera y en la B hay más ayuda, pero en Segunda nada. Y uno ve que hay harto talento en la categoría, pero se mira poco. No se ha avanzado”.
Al respecto, agregó que “creo que se le pone muchas reglas a la Segunda División, el tema de las edades, por ejemplo. Muchos no pueden seguir jugando por eso. si fuese diferente, habría más ayuda. El límite complica a los equipos que no pueden armar un plantel como quisieran. Muchos compañeros lo pasan mal porque puede que hagan un buen año, pero cumplen años y se van quedando en el camino”.
Sepúlveda también destacó que “en Segunda es poco lo que se paga, no se gana mucho. La ayuda es mínima. Varios colegas tienen dos trabajos y después del entrenamiento se van a trabajar a otros lados. Lamentablemente tienen que ingeniárselas para tratar de ganar plata, porque los sueldos en la categoría no bastan. Tienes que andar bien sí o sí, porque si no tienes buen torneo después no vas a encontrar equipo. En estos mismos meses hay que tratar de guardar plata porque recién te vuelven a llamar en enero para negociar, hay que aguantar harto rato sin trabajo”.
Sólo sobrevivir
Una visión similar entregó Alan Fernández, que la pasada campaña estuvo en San Joaquín y en 2022 jugó en Deportes Concepción. “Para las instituciones es un desfalco y despilfarro tremendo. Yo me pongo en la posición de ellos, son todos empresarios … y yo he aprendido que el empresario nunca tiene que perder, pero tener una división con cupos limitados para subir, viajes duros y largas distancias hace todo muy, pero muy difícil”.
Al respecto, añadió que “en Arica me tocó estar muy cerca del presidente Carlos Ferry y él me mostraba los saldos económicos del club. Saber que no entra nada de dinero y se gasta demasiado, es duro. Estuve en el Conce, una institución muy grande y el derroche de dinero para mantener las instalaciones debe ser difícil. Esta división tiene que ser de paso para los clubes, porque necesitan subir a la B y ahí recién sostenerse con la plata del TNT y los auspicios. Por eso a final de año los clubes se sacan los ojos para poder ascender. Nadie quiere seguir en esta categoría”.
Fernández también dio cuenta de lo que complejo que es financiaramente hablando para la mayoría de los jugadores.
“Con los dineros que se ganan en esta división, es complicado mantenerse. Todos tenemos familias y esperanzas de llegar más arriba, pero hay necesidades y carencias. Más que disfrutar del fútbol, esta división hace sufrir mucho”, dijo.
En esa línea, agregó que “yo estoy estudiando ingeniería en ciberseguridad y me ha tocado trabajar de Uber, hacer repartos. Mi hija tiene menos de un mes y tuve que juntar dinero para lo que se venía. Acá en San Joaquín, con toda sinceridad, ganamos prácticamente el mínimo. Mis compañeros trabajan en talleres mecánicos. Por lo mismo, llega el fin de semana y uno cómo le va a exigir al jugador. Si están cansados, estresados. No es lo ideal, pero hay necesidades por comer y mantener a la familia. Hasta comprar un bidón de agua duele en lo económico. Lo ideal es dormir bien, descansar, alimentarte sano, estar tranquilo y ojalá dormir en un hotel previo al partido por si tienes problemas familiares. Pero eso en esta división no existe”.
Fernández afirmó que “eso lleva al jugador de Segunda a vivir un estrés terrible. A mí me gusta el tema de la medicina. Lo hablé una vez con Gamadiel (García) en el Sifup y realmente año a año, por lo menos, hay 7 u 8 lesionados por club. No soy experto en la materia, pero mi pareja es kinesióloga y ella me dice que es netamente por estrés. Hay muchos desgarros y cortes de ligamentos cruzados que pueden ser porque se juega con enorme tensión en canchas que, además, no acompañan. Todo eso, si lo llevas a la balanza, perjudica al jugador”.
Sobre las precariedades de la división, el ex Deportes Concepción indicó también que “no hay apoyo sicológico, gimnasios, buena alimentación ni apoyo sicológico. Y menos buenos sueldos para salir del barrio. Hay muchos casos de jugadores en esta categoría que van a jugar al barrio o al campo porque les pagan buena plata y llegan lesionados o cansados. Yo, como persona, no los puedo criticar, porque sé que lo hacen por sobrevivir, no por querer hacerle un daño al club. Es la ley de la supervivencia”.