La nueva idea que surge para ahorrarse otro bochorno en Segunda 2024
El límite financiero asoma como un punto fundamental a considerar en la confección de las bases para la próxima temporada. Por ello, para evitar conflictos que son costumbre en cada fin de año, ya se barajan alternativas.
Se estudian alternativas y barajan opciones para armar un bosquejo que los deje felices a todos. Más de una reunión y conversación han ido sosteniendo los clubes de Segunda División, en busca de confeccionar las bases 2024 del campeonato.
Ponerse de acuerdo entre todos puede que no sea tan complejo. Sin embargo, la misión es convencer a una Anfp que a esta altura ya debe estar colapsada con los constantes escándalos que entrega la división a fin de temporada. Lautaro de Buin, Fernández Vial, Deportes Concepción, Colchagua, Vallenar, Melipilla, San Marcos de Arica y un par más, son parte de los clubes que en las últimos campeonatos se han apoyado en el escritorio para lograr objetivos que no alcanzaron en la cancha.Mantenerlo, pero …
Uno de los puntos de las bases de Segunda División que genera más rechazo, es el límite financiero. No son pocas las voces que impulsan por el definitivo término de un ítem que sólo trae problemas a fin de año, con uno, dos, tres y más clubes que buscan subterfugios al armar los planteles.
El camino más simple sería pedir la eliminación absoluta del límite desde el próximo campeonato. Sin embargo, aunque pareciera fácil convencer a los clubes de Segunda de tomar esa opción, a no todos les acomoda: varias instituciones sólo aspiran a mantener la categoría y si el límite desaparece, aquello no les favorecería.
Por todo lo anterior, la opción que barajan algunos clubes es muy simple y la siguiente: que el tope económico para los equipos de la Segunda División, sea lo que gastó el último equipo de la Primera B (o Ascenso) en el año anterior. Asoma como una idea más equilibrada para que no se evidencien tantas distancias entre una categoría y otra.
Nada garantiza que la propuesta sea finalmente la escogida ni la que acepte Anfp, pero asoma como una idea que busque generar consenso entre los clubes de Segunda para nivelar hacia arriba y evitar los líos a final de temporada con clásicas denuncias entre clubes por evadir el límite financiero con pagos hechos “en negro” u otras malas prácticas.
En esa línea y de acuerdo a lo que Diario Concepción pudo saber, el costo promedio de la planilla más baja en la Primera B sería cercano a los 70 u 80 millones de pesos mensuales. En el caso del único equipo que terminó perdiendo la categoría, el gasto por mes rondaba los 100 millones de pesos.
¿Les alcanzará a los equipos de Segunda para armar un plantel con esos valores? Parecen cifras altas y hasta desmesuradas, pero es lo que gastarían clubes de acuerdo a lo que se habla entre pasillos. Si tales sospechas son ciertas, se debería castigar al último campeón y todo podría pasar en una categoría que por polémicas y líos legales de todo tipo, siempre da que hablar a fin de año.