Con 18 años recién cumplidos, la deportista local es una de las grandes cartas chilenas de recambio en la disciplina y está a las puertas de hacer su estreno en unos Juegos Panamericanos. Presente auspicioso, futuro sin límites visibles.
Parece tan lejano ese 2015 cuando una pequeña Antonia Pichot hacía sus primeros contactos con el remo en el programa Crecer en Movimiento, del Mindep-IND. Cruzaba los 10 años, y la sampedrina ni se imaginaba que estaba comenzando una aventura que hoy, ocho años después, la tiene como una de las grandes cartas del recambio chileno en la especialidad y, a las puertas de vivir su debut en unos Juegos Panamericanos.
“Jamás pensé que iba a llegar a este nivel. En esa época era ir a la laguna para entretenerme y disfrutar de la naturaleza mientras aprendía a remar”, reconoce hoy, mientras hace un breve alto en su recargada jornada de entrenamientos con miras a su cada vez más próxima participación en Santiago 2023.
“Con el paso del tiempo se fueron formando todos estos sueños y metas, me fui dando cuenta que en realidad podían ser posibles. Igual mis logros de estos últimos años son difíciles de analizar porque son impensados, uno no se los cree. Pero las cosas van pasando y ser parte de la historia de Chile me hace súper feliz, son formas de sentir orgullo de lo que estoy logrando, de lo que soy capaz y de lo que seguramente seguiré haciendo en un futuro”, complementa sincera.
Hace varios días que Pichot llegó a tierras sampedrinas junto al resto del Team Chile de remo, compuesto en su gran mayoría por bogadores de Biobío.
“Estoy súper cansada, pero estamos haciendo la puesta a punto y eso me está ayudando a estar más confiada de mis capacidades físicas, de que pese a que la regata obviamente va a doler y será un sacrificio enorme, mi cuerpo está preparado. Sé que voy a lograrlo y me sentiré muy bien, y saldrá lo que tenga que salir, porque hemos entrenado tanto para llegar a este punto, que estamos listos para todo”, expresa.
“Mentalmente lo mismo, he tenido que trabajar harto, con psicólogo y todo, porque es un proceso difícil, pero con todo el ánimo y con toda la fe de que va a salir algo muy bonito. La idea es transformar esos nervios en fuerza, que es lo que me ha enseñado mi papá, que debo aceptar esos nervios de la partida y pasarlos a fuerza. Lo bueno es que ya estamos en Concepción, me gusta estar aquí ya en mi ciudad, se siente el ambiente distinto, saber que está mi familia cerca, sentir todo el apoyo significa un cambio y un plus a la hora de trabajar”, manifiesta la deportista que disputará el Single y el Ocho Femenino en los Juegos.
Actualmente, en el club Miramar hay un búnker donde el Team Chile de remo alista los últimos detalles. Una jornada que comienza muy temprano, con los remeros ya en el agua a las 8 de la mañana, tal como relata Pichot. “Entrenamos tres veces al día, hacemos fondo y trabajos de intensidad seguidos de otros de fuerza en gimnasio y también en el agua. En la tardes volvemos a remar y complementar con trabajos de cardio como bicicleta y trote. Estas semanas ya estamos con la última puesta a punto, que incluye simulaciones de la regata , trabajos de intensidad, pique y todo eso. Son mínimo seis horas al día de entrenamiento a full”, relata la deportista del Club de Regatas San Pedro, que traza sus objetivos para el evento continental.
“En el Ocho tengo muchas ganas de ver ese oro, hay una gran base y conformamos un equipo muy potente. Será una regata muy bonita y muy intensa, ojalá la gente aproveche y vaya a verla. En el single estará difícil competir con chicas más grandes, pero quiero dar lo mejor de mí y llegar a una final A. Ya veremos”, cierra.