Cambia remaches por sonrisas. Ese es más menos el lema de una pequeña deportista de Talcahuano, que está comenzando a darse a conocer con fuerza en el siempre pródigo circuito escolar.
A sus cortos 10 años, Génesis Ojeda Hernández irrumpió con fuerza en el tenis de mesa durante esta temporada, en la que viene colocando constantemente su nombre en los muros de honor de cuanto torneo ha competido. Todo un mérito considerando que no lleva ni siquiera un año practicando la especialidad.
Alumna de cuarto básico del Liceo La Asunción, donde se luce con un promedio de 6.8, la pequeña Génesis dice que en el deporte lo suyo pasaba más bien por el básquetbol y el ajedrez, los que practicaba con cierta regularidad.
Al tenis de mesa llegó a instancias de su papá, que le enseñó los rudimentos básicos, y por iniciativa de unos compañeros de curso, que entraron a un taller. “Me gustó jugar tenis de mesa, porque es más movido. Además que no me costó aprender, los saques me encantaron, el saque revés con efecto y el saque recto también con efecto”, cuenta sobre sus comienzos bajo la tutela del profesor Matías Cuevas, con quien dice que se demoró apenas dos meses en aprender a jugar.
Así las cosas, no pasó demasiado tiempo para que saltara del taller del colegio a la competencia, algo que se dio casi por casualidad, como ella misma cuenta, pero que no le quedó grande.
“Fue en un torneo del colegio donde yo solo fui para acompañar a mi equipo y mirar. Pero resulta que justo faltó una de las niñas que tenía que jugar, entonces el ‘profe’ me llamó y me dijo que me preparara porque iba a entrar. Igual me sentí nerviosa porque nunca pensé que estaría jugando en una competencia tan luego, pero me vestí y entré. Y me fue súper bien porque terminé en el segundo lugar de las mujeres”, relata.
Con un estreno competitivo de esa índole, la pequeña Génesis comenzó a ser considerada tanto en el equipo infantil del Liceo La Asunción, como también a nivel regional, al punto que fue nominada para disputar la etapa comunal y provincial de los Juegos Deportivos Escolares.
Fue en esta última instancia donde consiguió el mayor logro en lo que va de su cortísima carrera, ocupando el primer lugar y clasificando así a la fase regional de su categoría.
“No me esperaba todo esto tan rápido, porque llevo muy poco tiempo jugando el tenis de mesa. Pero me da harta alegría, me gusta mucho hacer deporte y cada vez que juego, siento felicidad y mucha emoción”, comenta hablando desde el corazón.
Si lugar a dudas, lo suyo es una historia que recién parte en este mundo del deporte. Esta temporada, por ejemplo, aparte de los campeonatos internos del La Asunción, tendrá la oportunidad de disputar lo que resta del circuito Adicpa, en lo que perfectamente puede ser una nueva suma de victorias.
“De aquí a fin de año quiero ganar lo que más pueda y, sobre todo, seguir aprendiendo. Le quiero agradecer a toda la gente que creyó en mí, que me han apoyado y a mi profesor Matías Cuevas, quien el que más me ha ayudado hasta el momento”, concluye.