Fue un torneo impecable, de comienzo a fin. Y pensar que estuvo a punto de no realizarse. El Grand Prix Marlene Ahrens volvió a ser el epicentro del atletismo sudamericano, con figuras del primer ámbito que, hoy por hoy, se pasean en las principales pistas del circuito internacional.
Entre los estelares se contaron varias figuras nacionales, que disputaron el evento como parte de su preparación parta los Juegos Panamericanos.
Fue el caso de la velocista María Ignacia Montt, actual campeona nacional, quien se quedó con la medalla de oro en los 100 metros planos. Una deportista que paulatinamente va recuperando su nivel tras una lesión que se extendió por casi seis meses, pero que no le impide plantearse altas metas para Santiago 2023.
“Estoy en mi mejor momento, hice mi mejor marca hace dos semanas para clasificar a los Panamericanos (11:38 segundos en los 100 metros planos). Espero estar todavía mejor, seguir perfeccionando algunos detallitos”, manifestó.
“En los Panamericanos quiero mejorar mi marca y ojalá meterme a esa final. Para mí, una final panamericana es muy parecida a lo que podría ser una final mundial, el nivel de América es muy duro y con una final me quedo más que pagada”, complementó.
Aunque su mirada no está solo en el hectómetro, ya que también disputará el relevo 4×100, una prueba donde pone todas sus fichas. “Vamos dar la pelea sí o sí, tenemos cuatro velocistas muy buenas, nunca habíamos tenido a todas corriendo bajo 11:50, así es que creo que ahí podemos dar una sorpresa para el país”, aseguró.
Y cerró, “está Anaís Hernández, Isidora Jiménez y también tendremos a Martina Weil, que está un muy buen momento; tenemos que aprovecharla”.