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“Cata” la lleva al aro y Bíobío se pone de pie

Catalina Lagos sobresalió desde pequeña en el básquetbol y hoy se consolida como una de las figuras de mayor proyección en nuestra Región. La alumna del Colegio Creación fue figura en los Nacionales Escolares, aunque ella nunca queda conforme. Siempre va por más y a sus 14 años sueña en grande.

Por: Paulo Inostroza 18 de Septiembre 2023
Fotografía: Cedida

El básquetbol de Biobío se metió en semifinales del Nacional Escolar y una de las grandes culpables de ese éxito es Catalina Lagos. La armadora del colegio Creación hizo de todo en el equipo de Rodolfo Cáceres, llamando la atención de los presentes. Viene de una familia cestera y, sin ir más lejos, su hermana menor (Emilia) también jugó en el quinteto semifinalista. La “Cata” tiene 14 años y toda la cancha por delante.

La alumna de Primero Medio contó que “lo del básquetbol fue algo más o menos natural porque toda mi familia lo practica. Mi mamá jugó en el Lord, mi hermano fue pre y mi primo ha estado en selección. También jugó mi tía… Todos. Desde chica estuve en el gimnasio con ellos, pero solo iba a mirar. A los 8 o 7 años ya me metí a jugar y no paré”.

Catalina repasa que “antes también practicaba fútbol y atletismo. Era de hacer todos los deportes, pero del básquetbol me gusta el juego en equipo, lo colectivo. Aquí no soy yo la que gana ni otra compañera, somos todas. Hay que comprometerse con el grupo y eso es lo que uno siempre espera en la cancha”.

Su mamá (Mariela Durán) recuerda que de pequeñita la grababa. “Todavía tengo esos videos. Era un puntito al lado del resto, pero ya marcaba diferencia, se notaba distinta”. Y no le costó encontrar su puesto en el equipo. La destacada deportista cuenta que “supe inmediatamente que iba a ser base, por mis características. Siempre los profesores me han dicho que tengo buena visión de lo que pasa en el partido y buen manejo de balón. Además, me gusta repartir el juego y llevar el equipo”.

Nunca conforme

Lleva poco tiempo jugando por el colegio y explica que “un profesor de Educación Física me dijo que entrara al equipo y me sumé el año pasado para el Nacional. Este año ya he entrenado desde el principio de temporada y otra vez llegamos. Creo que fue bueno clasificarse entre los cuatro mejores, pero no siento que hice un buen campeonato. Tuve algunos partidos mejores que otros, pero siento que puedo dar más”.
Es la esencia de la “Cata”. Su mamá acota que “ella es súper exigente consigo misma. También le pasa que a veces se frustra muy rápido, pero creo que es parte del aprendizaje. Talentosa ha sido siempre y entrena duro. A mí me encanta cómo mueve la pelota, cuando mete una asistencia, aunque no siempre el equipo la acompaña. Ella no es ambiciosa de ganar sola, juega para todas”.

Se confiesa seguidora de Steph Curry y del argentino Facundo Campazzo y apunta que “siempre me dicen que no me sobreexija tanto, que tal vez soy muy dura conmigo, pero siento que es una cualidad positiva, me lleva a dar más, a sacar lo mejor de mí”.

Sobre jugar con su hermana, relata que “me gusta compartir equipo, nos llevamos súper bien y debe ser a quien más le paso el balón. Ella juega de 2 o también de 3. A veces confío más en ella que en lo que pueda hacer yo misma. Mi familia también está siempre mirando los partidos, son bien barra brava”.

¿Y cómo ve su futuro en el deporte? La “Cata” advierte que “yo sé que en Chile no se puede vivir de esto, pero me gusta competir y siempre he pensado que el básquetbol me puede abrir puertas. Tal vez una beca”.

La voz de mamá

Mariela salió del Lord, donde estuvo desde los 11 años, con el profe Luis Cabezas y expresó que “la Cata y sus hermanos se criaron en el gimnasio. Fui mamá muy joven, así que me acompañaban a los partidos. Nadie los obligó a jugar básquetbol, pero se entusiasmaron desde chiquititos. La Cata de pequeña se tiraba al suelo a pelear una pelota con los más grandes, tenía muy buen manejo de balón”.

Con orgullo señala que “a veces entrena de lunes a domingo. Va del colegio al club, que hasta ahora jugaba en el Kingston, tiene clases particulares con el profe Villagrán, el equipo del colegio. Y aún así tiene buenas notas porque ya lleva una disciplina. Son las cosas que te entrega el deporte y creo que es lo mejor que podemos dejarle a nuestros hijos”.

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