Primer tiempo de horror: el líder pasó sobre la UdeC

Campanil se vio tempranamente en desventaja y no supo cómo controlar todas las variantes en ataque del rival. Antofagasta no dejó dudas de por qué es el puntero, más allá de la reacción auricielo en el segundo lapso. Fue 3-1.

Se sabía que el fuerte de Antofagasta era su ataque, pero los nortinos no dejaron ni ubicarse a la UdeC en el tablero cuando ya habían desatado su furia. Un gol a los 55 segundos y otro antes de irse al descanso apagaron cualquier buena intención del forastero que reaccionó, pero ya era demasiada la desventaja. Fue 3-1 para el líder que retomó la punta.

Guerra, Contreras y Ubilla es uno de los tridentes más desequilibrantes de la división y se hicieron sentir. El primero enloqueció a sus marcadores todo el partido y cedió el primer gol a Brayan Hurtado. El segundo se retrasaba para aprovechar su técnica y al rato aparecía como “9”. Incontrolable. En el segundo gol se juntaron todos (17’) y Hurtado otra vez marcó.

Para colmo, Salvador Cordero metió un zapatazo inatajable a los 45’, desde fuera del área, y golpeó de muerte a la UdeC. No estaban Lauler y Donoso y al Campanil toda ausencia le pesa. Aún así, Ramírez movió bien las piezas y levantó, descontando con violento zurdazo alto de Orellana (57’). Pudieron descontar Saldías y Damián González, pero también pudo aumentar Hurtado impactando el travesaño. Fue justo. Sin excusas.

La Figura

No es fácil buscar una figura en esta Universidad de Concepción que raramente se ve tan superada como en estos primeros 45 minutos. Pero si hay uno que siempre toma los remos y trata de empujar el bote en las malas es el volante Damián González. El zurdo tuvo un par de ocasiones claras -en una pudo empatar pero le dio al cuerpo de Giménez-, se atrevió a patear de distancia y habilitó a Orellana en el único descuento, sabiendo que su compañero en la zona media tiene un remate que hay que aprovechar. Buena temporada del uruguayo que siempre rinde en el esquema de Miguel Ramírez.

El Villano

No había con qué darle al venezolano Luis Guerra. Porque no solo es el subgoleador de la Primera B, sino que un gran desbordador y asistidor y ante la UdeC explotó esa faceta. Nunca pudo ser contenido por Lucas Molina -reemplazado tempranamente- tampoco por Rodrigo González en los apoyos ni por el zaguero Pablo Sanhueza cuando quiso cubrir esa zona. Fue tanta su supremacía física que, a los 88’, todavía se dio maña para sacarse a su marcador en velocidad, ganar línea de fondo y ceder un pelota de gol a Contreras. Figuraza.

Momento Clave

Se cumplían apenas 55 segundos cuando la UdeC pierde una pelota en el medio y el local busca, como en todo el partido, a Luis Guerra por la izquierda. El venezolano desbordó y buscó con centro rasante a Brayan Hurtado, que abría la cuenta tempranamente. Mucho más de lo que cualquier forero esperaba.

La UdeC se notó desarmada, Guerra hizo lo que quiso por su banda y el primer tiempo la cancha se cargó para un solo lado. Reaccionó en el segundo lapso, pero ese gol de Guerra recién entrando a la cancha marcó el desarrollo del compromiso a favor de los pumas.

La Ilusión

Felipe Orellana nos tiene acostumbrados a su buen remate de larga y mediana distancia y en el norte marcó otro golazo. Recibió de Damián, enganchó a su marcador y esta vez disparó con la pierna izquierda, la supuestamente menos hábil. Su tiro se coló arriba, donde la red estaba rota. Quedaba media hora y se veía un Campanil que entraba con otra disposición y, sobre todo, un orden distinto. Pudo descontar otra vez la UdeC, en un par de ocasiones, pero el local aguantó el resultado.