Con menos de un año en el remo local, se ha convertido en un valioso proyecto. Compite en el CDE Inger y estudia en el Colegio Almondale, esforzándose a concho con un firme apoyo familiar.
La mayoría se inclinan por fútbol o básquetbol, pero Agustín Reyes se la jugó por un deporte distinto y con tradición familiar. Con 12 años y cursando sexto básico, practica remo a muy buen nivel. “Partí gracias a mi mamá y hermana que me motivaron. Ella también hacia remo en el Club Llacolén cuando yo era chico. Era bastante buena, llegó a ser quinta nacional en su momento. Llevo 8 meses. Partí en enero de este año y estoy feliz”, cuenta Agustín.
Entre clases y deporte, su día a día es intenso. “Salgo del colegio y tengo el tiempo justo para almorzar e ir al club a entrenar. La mayoría de los días ando corriendo, pero lo disfruto. He visto un importante crecimiento, mejorando mucho desde la primera que vez entre. Al principio no quería, pensé que me iba a aburrir. Dije ‘ya, lo voy a intentar’ y al final me terminó gustando. No sé, pero mi cerebro decía que no me iba a entretener. He hecho fútbol y también básquetbol en el colegio, pero al final el remo es lo que más me gusta”, asegura, agregando que “he participado en bastantes competencias, consiguiendo un segundo lugar y dos terceros puestos. Fui al nacional de agosto. Me fue más o menos, quedé séptimo entre 13, pero así se aprende”.
El estudiante del Almondale es alevín y cada vez que practica en la laguna chica de San Pedro de la Paz, tiene en mente a los referentes más grandes del remo a nivel país. “Hace poco en abril cuando vinieron a los pre panamericanos, me tomé fotos con los hermanos Abraham, porque no vi ni a Melita ni Antonia. Sacaron un gran resultado ahora en Serbia, me gustaría ser como ellas. Tuve un viaje importante al nacional de Puerto Montt hace como dos semanas. Ahí nos conocimos más con mis compañeros de remo. Antes solo hablaba con los mismos y ahora conozco más”, expresa Agustín.
Detrás de un joven estudiante-deportista siempre hay un gran respaldo familiar. Allí es donde sus padres y hermana, quien ya tuvo viajes internacionales hace unos años, apoyan en todo momento. Incluso, con bingos y actividades para costear viajes e indumentaria. “Mi familia sabe lo que significa el remo y las emociones que trae. Es un deporte que me ayuda a seguir triunfando. El apoyo de mi papá, mamá y hermana ha sido importante. Este deporte significa mucho esfuerzo, hay que tener mucha fuerza y determinación. Hace poco, para el nacional, que tengo un ergómetro para entrenar remo aquí en mi casa. me ha ayudado bastante. Practico unos 15 o 20 minutos al día cuando tengo tiempo”, revela.
Corre en cuádruple con sus amigos y se alista para ganar más medallas. Sus profesores Cristóbal, Ignacia y Carlos lo guían para aquello. “Quiero seguir hasta lo que más pueda en el remo. Este deporte me ha motivado mucho para hacer deporte. He bajado de peso, hecho amigos. Mis compañeros y profesores me apoyan”, cerró Agustín, un pequeño gran talento del remo regional.