Cuadro de Miguel Ramírez está 5 puntos sobre el colista de Primera B y debe asegurar un año más en la serie. Antofagasta es el nuevo escollo.
La segunda rueda auricielo ha sido notable y ya sacó 5 puntos de ventaja sobre el último de la tabla, después de estar casi condenado, a una fecha de cerrar la primera rueda. Su actualidad es otra y ha sobrepasado cinco adversarios en las posiciones del fondo, pero no puede dormirse porque los de abajo están apretando el acelerador de la urgencia. Es momento de cerrar la tarea punto a punto y hoy, a las 12.30 horas, intentará avanzar en casa del durísimo Antofagasta.
El cuadro de John Armijo es el de mejor rendimiento en toda la serie y, además, luce una curiosidad ofensiva poco habitual: cuenta con los dos máximos goleadores de la categoría. Por un lado, Rodrigo Contreras, que lidera la tabla de artilleros con 15 tantos y, junto a él, el venezolano Luis Guerra y sus 14 aciertos. Son 29 conquistas entre ambos, casi lo mismo que todo el plantel de Miguel Ramírez (30).
El elenco nortino tomó el liderato en esta última parte del torneo luego de una muy buena racha donde lograron 13 de 15 puntos posibles, seguidilla victoriosa que se cortó en el último 1-2 que le propinó Temuco.
El Campanil, en tanto, solo perdió un encuentro de los últimos 11 que disputó. Fue el 0-2 ante Barnechea, pero los universitarios no sintieron el golpe y luego igualaron en Valparaíso y lograron una gran remontada en Collao derrotando 2-1 a San Marcos. En la primera rueda perdieron 1-3 contra Antofagasta y los goles, como de costumbre, fueron de Contreras y Guerra. Este último, por partida doble.
Pero esta UdeC es muy distinta a la de la aquella rueda y ya tiene 29 puntos, sacando distancia de Puerto Montt y Recoleta, que tienen 25 y 24 puntos respectivamente, pero también han jugado un compromiso más. Los penquistas tienen 5 partidos por delante y un par de triunfos le asegurarían la permanencia. Incluso, podría alcanzarle con menos. Pero no es momento para calculadora, sino de sumar y esta es su salida más difícil. La idea es no volver con las manos vacías.