Un logro que se espera sea el comienzo de una gran etapa
04 de Septiembre 2023 | Publicado por: Ricardo Cárcamo - Paulo Inostroza
Este domingo, a las 8 horas ante Japón, Los Cóndores partirán su camino en la principal cita planetaria de este deporte. Más allá de los resultados deportivos que se puedan conseguir, lo cierto es que llegar a disputar este campeonato ha tenido un enorme impacto en la actividad, según cuentan protagonistas de esta disciplina. Iñaki Gurruchaga, jugador de Old John’s que estará en el plantel chileno, se refirió a lo que significa estar en el evento y qué proyección y beneficios puede traer a corto y mediano plazo, y otras voces también destacaron la relevancia de esta clasificación, que esperan pueda marcar el inicio de una senda donde este tipo de éxitos no sean algo aislado.
El 16 de julio de 2022 es un día que quedará marcado para siempre en la historia del rugby nacional. Tras conseguir un dramático triunfo de 31-29 contra Estados Unidos, la selección -más conocida como Los Cóndores- consiguió clasificar por primera vez al mundial adulto masculino, que se disputará en Francia. Un tremendo logro para el deporte nacional, y más aún para quienes están metidos en el mundo de la ovalada criolla.
Este viernes comenzará la gran fiesta del rugby en Francia, y el camino de los nacionales, que son parte del Grupo D, partirá el domingo frente a Japón (8 horas). Luego, se medirán con Samoa el sábado 16 a las 10 horas, contra Inglaterra el 23 de septiembre a las 12.45 horas y cerrará la fase zonal ante Argentina el 30 de septiembre (10 horas).
Más allá de los resultados que se puedan obtener en esta competencia, ¿puede significar esta participación un punto de inflexión en el rugby nacional? ¿De qué manera es posible capitalizar este éxito para hacer crecer este deporte en general en el país?
Poder competir
Iñaki Gurruchaga, jugador formado en Old John’s, quedó en la nómina de Los Cóndores para el evento. Antes de viajar, dio sus impresiones respecto a lo que significa estar en el evento. “Para mí es muy importante este llamado. Como he dicho otras veces, es un sueño, un objetivo personal cumplido y un orgullo para mi familia y mi círculo cercano poder representar al país y llevar ese cóndor en el pecho. La expectativa mía y la del grupo es mostrar nuestra mejor versión, ir a disfrutar también. Es todo nuevo, es un mundial y no alcanzo ni a dimensionar lo que será, lo que veré, lo que habrá en el entorno del campeonato. Es algo soñado, y espero que todos podamos mostrar lo mejor de cada uno e irse vacío, salir vacío de cada partido, como decimos siempre”, dijo.
La selección se medirá con Samoa, Japón, Inglaterra y Argentina. De los rivales, Gurruchaga señaló que “es un grupo con rivales de elite, con mucha experiencia en este tipo de instancias, en mundiales y profesionales en lo que se refiere a estructura de equipos, jugadores. Es una zona difícil, de alto compromiso, equipos muy duros. Tendremos que salir a combatir y no soltar nunca durante los 80 minutos, estar muy concentrados. Si algo hemos practicado o recalcado es que a esta altura cada minuto cuenta, cada error se paga caro, entonces el foco principal contra estas cuatro potencias es minimizar las equivocaciones, seguir nuestro sistema de juego y aprovechar oportunidades”.
Cristóbal Game, jugador de Old John’s y Selknam, y que ha estado en algunas nóminas de la selección, comentó sobre estar en un mundial que “el logro de haber clasificado me parece un premio al tremendo esfuerzo, dedicación y empeño que le ha puesto un gran equipo de jugadores motivados por el amor al rugby y a su país, y que los hizo llegar a las eliminatorias y a clasificar a este anhelado mundial. ¿Qué espero? Una muy buena participación, donde quede muy bien puesto el nombre de Chile, ya que esta es una puerta que se nos abre a otro nivel de rugby”.
Por su parte, Daniel Romo, entrenador de Old John’s, afirmó que “la sensación es de euforia y felicidad máxima. Recuerdo perfectamente dónde estaba viendo el partido y qué es lo que ocurrió cuando Santi Videla hace esa conversión que dejó a Chile arriba en el marcador. De verdad, para todos lo que somos fanáticos del rugby estamos viviendo un sueño hecho realidad gracias a nuestros Cóndores”.
Sobre lo que espera del desempeño del equipo en Francia, destacó que “toda vez que uno compite, por mucho que puedas sentir que la oposición sea superior por trayectoria u otro motivo, uno entra de igual a igual. He escuchado declaraciones de jugadores y del mismo entrenador (Pablo Lemoine) que irán a competir y se están preparando para ir a eso contra las cuatro potencias que van a enfrentar. Mi expectativa es esa, ver a un Chile batallador en las distintas situaciones del juego y por qué no que nos den otra alegría en esta historia que están construyendo y escribiendo”.
Realidad actual
Como la gran mayoría de los deportes en el país, el rugby no es profesional en Chile y hay muchos aspectos para mejorar. “Se está comenzando, falta mucho. Es mucho tiempo, hay que trabajar harto. Sí se está trabajando más en la estructura, en equipo, en tener otro tipo de competencias, ya sea contar con un Cóndores y un Chile XV, un plantel mucho más grande, una academia más grande que se pueda potenciar, idealmente en las otras zonas del país. Se ha visto un pequeño progreso, ya pudiendo tener un Chile XV, teniendo otro tipo de competencia, donde existen jugadores tanto en Cóndores como en Chile XV, que se puedan mezclar ambos procesos”, dijo Iñaki Gurruchaga.
Al respecto, Daniel Romo mencionó que “si miro mi estructura interna de colegio y club, los números están creciendo. Por ejemplo, tenemos más gente en M16 que en la misma categoría el 2021, y en cada una de las series pasa lo mismo, hay más interés. Uno podrá tener distintas justificaciones para ello: se ha mejorado el proceso, el trabajo, lo que se está haciendo, Los Cóndores están mucho más visibles, más cercanos a la comunidad-país, por lo tanto más niños están viendo lo que está pasando. Hace unos días, le hicimos una despedida a Iñaki Gurruchaga, como exalumno de nuestro colegio, y había una fila de 200 niños para firmar autógrafos. Y se dio el tiempo de atenderlo uno por uno, sacándose fotos igual con todos y eso repercute positivamente en lo que estamos haciendo las diferentes comunidades”.
Impacto a futuro
La idea es que esta clasificación no sea un logro aislado y sirva como impulso para el desarrollo de la actividad en el país.
“Espero que sea muy positivo para futuras generaciones, para estructura profesional también. Es importante, y un gran objetivo para nosotros también, poder cambiar todo esto y que no sea la primera y última clasificación a un mundial, sino que la primera de muchas. Igual es relevante dejar plasmada una buena participación, que la gente nos siga, nos admire o se sienta identificada con nosotros, que vea guerreros en la cancha. Todo lo que incluye y rodea a este mundial es importante, hay que dejar bien parado al rugby chileno y ganarnos el respeto del mundo, que no se diga que fue casualidad, sino que es un trabajo que está recién comenzando”, afirmó Iñaki Gurruchaga.
Cristóbal Game señaló que “esto es un gran impulso, totalmente. Hoy el rugby está con mucha cobertura de los medios, muy buenos sponsors, jugadores cercanos a sus clubes y muy disponibles para compartir en actividades con los niños. Adicionalmente las personas empiezan a entender este juego que tiene muchísimas virtudes, comenzando por el respeto al árbitro y el trabajo en equipo que es fundamental para lograr un buen resultado”.
Al respecto, añadió que “en mi caso tengo la gran suerte de estar con beca deportiva en la Universidad de Concepción, que me da todas las facilidades para entrenar en el alto rendimiento sin descuidar obviamente mis estudios de Ingeniería Civil Industrial. Esto no es lo común. En Chile es muy difícil dedicarse al 100% al deporte, ya que el financiamiento es bajísimo, por lo tanto si quieres vivir de esto, debes salir del país. ¿Cómo podríamos avanzar? Trabajando en las políticas públicas que se focalicen en el deporte permanente desde la etapa escolar, incluir programas de búsquedas de talentos en distintos sectores con apoyo socioeconómico desde la enseñanza básica y apoyando los clubes de rugby que tienen menos recursos”.
Daniel Romo indicó que “esto puede ser un punto de inflexión, absolutamente. Tenemos que pensar cuánto se hablaba de Los Cóndores antes de esta posible clasificación y cuánto se habla de ellos hoy en los medios. Lo veo también en mi propia comunidad, donde tenemos un seleccionado nacional que es de nuestro colegio (Iñaki Gurruchaga). Todos están muy presentes, atentos y conscientes que esto está pasando, y hoy más que nunca se está hablando de rugby en los colegios, en los clubes, en la junta con los amigos. Los Cóndores han puesto el deporte a tope a nivel nacional”.
Además, aseguró que “una de las cosas que está generando impacto, de la clasificación de Los Cóndores al mundial, es la facilidad que haya en obtener recursos que nos permitan lograr un mejor acceso al deporte. Me explico: hasta hace un tiempo atrás, la cancha principal que tenían Los Cóndores, y que estaba en el Parque Mahuida en La Reina, no estaba en buenas condiciones para el alto rendimiento. Y a partir de la clasificación, e imagino yo que de los propios proyectos que la federación pudo haber desarrollado, se consiguieron los recursos y se está a punto de terminar una cancha sintética de primer nivel. Eso creo que se logra a partir de la clasificación al mundial, y lo importante acá es que el ente rector del rugby chileno pueda aprovechar este impulso para masificar y posicionar al rugby mucho más que de lo que, tal vez, está hoy, tanto en colegios como en los clubes”.
Sebastián Otero estuvo en este proceso y el rugbista de Troncos expresó que “el 2018 empezó un trabajo en serio. Lamoine vino a profesionalizar todo y pensar a largo plazo. Antes alguien era seleccionado y hasta le daba lata ir, pero ahora todos quieren ser Cóndores. Antes había poco de donde seleccionar por cada puesto y ahora hasta tenemos un Chile XV con el que se trabaja fuerte. Hay una buena base y también jóvenes que sueñan con representar al país”.
“Seba” agregó que “ahora un seleccionado vive su día para el rugby. Cuando tenía 20 recuerdo que ibas un par de días a la selección y volvías a tu club. Ahora se concentra de verdad y te levantas a las 8 para hacer hora y media de gimnasio, dos horas de cancha, tienes que ver video, estudiar los partidos, tener buen descanso, nutrición… Es completo”.
Sabe que el Mundial será un desafío gigante y advierte que “lo más seguro es que no vamos a pasar de ronda. Nos tocó el grupo de la muerte con los Pumas e Inglaterra que son potencias, con Japón que está a un nivel increíble y Samoa, que viene de ganarle a Japón. Pero vamos a aprender, a mostrar lo avanzado. Este es el primer Mundial, pero este proyecto es a futuro. La idea es de aquí en adelante ir a todos los que vienen”.
El rugby femenino
¿Y existe un trabajo de desarrollo en el rugby femenino? Geraldine Lagos jugó por la UdeC y D. Concepción y hoy destaca en Troncos. Ha estado en varios procesos de selección y contó que “hace un año cambió la forma de trabajo. Antes había uno o dos concentrados al año, antes de un torneo importante, como el Valentín Martínez. Ahora hay concentrados en Viña, Concepción, en Antofagasta y son más largos. También hay un staff de selección más grande, con PF, kinesióloga”.
En cuanto a la competencia local, señala que “son 3 zonas. La nuestra corresponde a Aruco (Troncos y Pangue de Chillán) y Araucania (3 equipos). En clubes no ha habido un cambio y siento que las jugadoras tampoco han subido mucho el nivel, salvo por las seleccionadas, que se lo toman de otra forma. Muchas no juegan de manera tan profesional, hacen otras cosas”.
Sobre la posibilidad de que el boom del rugby masculino pueda beneficiarlas, sostiene que “ojalá sea así. Por un lado, que las familias con gente rugbista motiven también a las mujeres, que les den su espacio. Que haya más jugadoras. Por otra parte, a nivel federación, que pensemos en procesos largos, que se invierta en partir desde series juveniles, hacer algo a futuro. Que no sea como ahora, recién un año antes del Panamericano”.