El alza de Deportes Concepción ha sido tan grande, que lamentaron igualar con el líder

Los lilas empataron 1-1 con Limache en un vibrante partido con un pésimo arbitraje de Hermosilla. Un punto que dejó gusto a poco en Nonguén, aunque los acerca al objetivo.

Es entendible que Deportes Concepción haya quedado con una sensación ingrata después de igualar con Limache, ya que el resultado cosechado ayer no hizo justicia a lo que pasó en la cancha. Sin embargo, la paridad viene a ratificar que el “León” está prácticamente salvado. Los lilas se pararon de igual a igual y se resignaron a un empate con un equipo que es el inminente campeón. Fue 1-1 ante 6310 espectadores controlados.

El primer tiempo fue lila. En todo caso, tuvieron que pasar 25 minutos para que hubiese acción en un área. Y dentro de un partido con mucha fricción en mitad de cancha y pocos espacios, no podía ser más que con una pelota detenida la primera ocasión de riesgo. Zambrano le ganó el salto a todos y en pleno corazón del área estrelló un cabezazo en el travesaño. Era un golazo. Desde ahí en adelante, acercamientos sin gran claridad, con un arbitraje que dejó muchas dudas. Guerreño probó a Campestrini con un tiro rasante al 32’, mientras que Flores se acercó con un zurdazo al primer minuto de tiempo adicional. Pitazo final y al descanso.

El segundo tiempo empezó y la superioridad del León se reflejó rápidamente en el marcador. Una jugada de Lopes culminó con un centro de Fernández que Gabriel Vargas cambió por gol al 48’. Fue un arranque que recordó los primeros minutos del duelo con Lautaro de Buin, porque Concepción pudo ponerse 2-0 al 54’ si no hubiese sido por la impecable tapada de Campestrini a Torres desde el punto penal. El volante lila falló por primera vez desde los doce pasos, tras una infracción que debió haber significado la expulsión para Soto. Una jugada que pudo haber cambiado el partido.

Impotencia lila

Sin hacer méritos para empatar, Limache consiguió anotar el 1-1. Y fue con la jugada más polémica del encuentro. Gary Tello se barrió en el área ante la arremetida de Castro, pero no tocó al atacante visitante, quien se lanzó al piso y engañó al árbitro Ángelo Hermosilla, que le creyó el “piscinazo”. Así, desde los doce pasos, el propio delantero marcó la igualdad parcial y dejó muy amargada a la fanaticada que llegó en masa a Collao.

Los últimos minutos fueron lilas. Espínola tuvo una clarísima ocasión al 87’ que sacó Campestrini, quien a la larga se convirtió en la figura del partido. La pelota no quiso entrar y todo acabó igualado. Ha sido tanto el crecimiento del León, que hinchas, cuerpo técnico, jugadores y dirigentes quedaron amargados por empatar con el futuro campeón. Aún no están salvados por puntos, pero por juego Concepción hace rato ya es de Segunda.