Tres chicos que juntaron dinero en rifas y trajeron presea panamericana de plata

Hace rato que vienen trabajando fuerte y logrando cosas, pero siempre les ha faltado una mano. Tres chicos de nuestra zona viajaron hasta Colombia y lograron la plata en kata por equipos, enfrentándose a Brasil, Argentina, Uruguay, Venezuela, México y todos los duros del continente. Se trata de Joaquín Castro, Luis Benjamín Arenas y Martín Méndez, karatecas de 16 y 17 años que en mayo ya se habían colgado un bronce sudamericano.

Pero llegar a este nivel no ha sido fácil.”Benja” lleva 12 años entrenando, Joaquín saltó al mundo de los tatamis desde que tenía 4 y Martín fue el último en sumarse al grupo, pero se nota la enorme comunión entre todos. Viajan juntos, practican juntos y ganan juntos. En las series individuales también tuvieron una buena actuación, más allá del inconveniente con Benjamín, que por falta de coordinación e información de los organizadores no pudo competir en la modalidad de single. Estaba desconsolado, pero como equipo tendrían su revancha.

El gran objetivo era mejorar el bronce en Sao Bernardo y para eso tenían que superar a Argentina, su adversario más directo y fuerte para trepar un lugar en el podio. Y lo consiguieron, desatando la emoción de este tridente que viajó a cargo de la sensei Paula Bruna.

Pero de vuelta no tuvieron tiempo para sentarse a descansar porque todavía venían comentando esta medalla cuando ya estaban, este fin de semana, en el Panamericano Juvenil de Santiago, donde lograron el cuarto puesto esta vez dirigidos por el sensei Hernán Cabello, otro nombre importante en el trabajo de estos muchachos.

Graciela Muñoz, mamá de Joaquín Castro, contó que “en el viaje sacaba los cuadernos, descargaba apuntes y hacía los trabajos del colegio. Estudia en los ratos libres, entre los viajes y competencias y el lunes ya estaba en clases. Estos chicos son muy esforzados, disciplinados y todos estos viajes los financiamos las familias”.

Sí, estos chicos nuevamente medallistas, tienen que sacrificar todo para viajar. “Tenemos que hacer rifas, endeudarnos un poco para pagar los pasajes con tarjetas y ojalá ellos tuvieran ayuda porque los logros están. Uno de los chicos es de Los Álamos y viaja para entrenar, a veces viajan los otros dos para estar juntos. Es un grupo súper bonito y sentimos que merecen un poco más de facilidades”, apuntó.