Vicepresidente vialino tomó la palabra para hablar de deudas y futuro del club, se desligó de los vínculos anteriores de Iribarne y opinó del fair play financiero.
Fernández Vial presentó oficialmente a Martín Iribarne como su nuevo presidente, al vicepresidente Adrián Glickman y Diego Rodríguez en el puesto de gerente general. Glickman tomó la palabra sin eludir ningún tema, aclarando dudas y trazando líneas hacia lo que viene. “No somos millonarios con soluciones mágicas. Acá hay que ser austeros y realistas. El fútbol te da urgencias inmediatas, pero hay que tener templanza”.
Aseguró que al llegar se encontró con “un club de gente apasionada y con buenas intenciones, pero también un gran desorden. Hemos tenido que responder a muchos reclamos, cinco o seis personas cada día pidiendo que se les escuche y lo hemos hecho. Desde abril fue una batalla de cada semana. Ahora reclaman solo dos y recién hemos podido sentarnos a planificar”.
El fair play financiero es cuestionado, con Limache como centro de la polémica y Glickman apuntó que “en esta división hay ingresos muy menores respecto de otras series y muchas limitantes para formar un buen equipo. Nosotros vamos a ser honestos y austeros. ¿De qué forma? Nuestro diferencial será trabajar desde la información y los datos. Tomar esos números y mediciones que otros no consideran y desde ese análisis sacar ventaja”.
En este punto precisó que “lo ocupan clubes ingleses y a partir de estas mediciones encuentras jugadores que no están donde deberían ni cuestan tanto. Buscar jugadores con el ADN vialino. Los datos, lo medible son el diferencial en muchas industrias. Yo no vengo del fútbol, pero sí me gusta este tema y con esa visión llegué a Martín (Iribarne), que lo conozco hace 20 años y le dije cuán influyentes podían ser esos datos en el fútbol. Él aporta el conocimiento del fútbol y del medio, yo el tema de organización, de planificar, de realizar proyectos”.
Sobre este nexo indicó que “formamos un fondo de inversión juntos, somos socios en partes iguales y buscamos una casa, ahí aparece Vial, que ha sido increíble. Quiero dejar claro que ahí Martín cerró un ciclo con sus proyectos anteriores y estamos dedicados al cien en esto, en la gestión diaria, donde Diego está en Concepción. Nosotros hemos asistido a los partidos”.
Glickman detalló que “trabajé en proyectos que partieron desde cero y los convertí en grandes iniciativas. Acá llegamos y la primera pregunta fue cómo podemos convertirnos en competidores. La venta de jugadores no es nuestro objetivo. Vamos a desarrollar jóvenes y recuperar jugadores. Cuando llegamos hicimos una rebaja de productos del club y nos sorprendió la enorme fila que había para comprar. En un año de descenso, donde tu club te entregó tan poco. Ahí ves que hay un potencial gigante en Vial. Cómo no apostar por eso”.
Alabó la conformación del plantel 2022, aseguró que quieren mantener la columna vertebral, no quiso referirse específicamente a Limache porque no ha sido su mayor preocupación y contó que “en 20 años levanté tres proyectos grandes, que han tenido resultados exitosos. En Chile fue con una bebida. Soy un obsesionado con el fenómeno del fútbol y los números. No vengo de este mundo ni tengo otros nexos, pero creo en la certidumbre y queremos un Vial de puertas abiertas, que el equipo sea un reflejo de su gente”.