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UdeC y el campeonato nacional de balonmano universitario: la trastienda de un título con un significado muy especial

Hace unos días, el conjunto auricielo se alzó como el mejor del país en la categoría masculina, ganando el torneo que se realizó en la Pontificia Universidad Católica. Un logro que corona un proceso de años, y que también fue una revancha de una dolorosa caída en las semifinales del año pasado, en este mismo certamen. Alexie Aeloiza, su entrenador, y Felipe Cancino, su capitán y elegido el mejor jugador de la competencia, analizaron esta conquista.

Por: Ricardo Cárcamo 21 de Agosto 2023
Fotografía: Claudio Concha/Unidad Santiago UdeC

El 8 de noviembre de 2022, la UdeC cayó de forma dramática por 31 a 30 ante la Pontificia Universidad Católica en las semifinales del Nacional Universitario Fenaude, que se disputó en Talca. Un golpe durísimo, de un equipo que sentía que ese era su torneo, su momento para coronarse como el mejor del país. Sin embargo, tras “sacudirse” de esa dura caída, el grupo se puso de inmediato un objetivo: ir por el título en esta temporada.

Hace unos días se realizó el nacional, con la Pontificia Universidad Católica como sede. Una doble motivación para los jugadores del Campanil: quedarse con el título y hacerlo en la casa de su verdugo 2022. Tras una fase grupal que pasó con solidez, con victorias ante la Universidad Católica del Maule (40-29), la Universidad de Antofagasta (27-19) y la Universidad Diego Portales (33-24), en cuartos de final se cruzó con la Universidad de Chile.

Para el técnico Alexie Aeloiza, este fue el encuentro más difícil del campeonato, sobre todo desde el punto de vista físico. 23-20 se impuso el conjunto auricielo, sacando boleto a la ronda de los cuatro mejores. Allí, se encontró con la Unab, en un duelo que ganó por 30-27, y en la final lo esperaba la Usach, que derrotó a la Universidad de Viña del Mar. En la definición, el Campanil mostró todo su aplomo y categoría. En un encuentro que controló casi siempre, se llevó el triunfo por 28-17 y se coronó como el campeón. La tarea estaba cumplida.

Un camino sólido

El técnico Aeloiza fue el primero en analizar este título. En primer término, señaló que “fue un proceso largo, donde el grupo viene trabajando hace seis años, aunque en algunos casos es más tiempo. Lo que siempre hemos buscado es que los chicos asociados al Club Unión Universitaria y después continúen su desarrollo en la universidad. La idea es que el balonmano sea una herramienta de crecimiento también personal, y ojalá les sirve para llegar a la universidad”.

Al respecto, agregó que “estos chicos que comenzaron a los 14, 15 años, entraron a la UdeC y siguieron su desarrollo. Nuestra proyección era tener resultados en 2020, pero vino la pandemia y todo se atrasó. El año pasado tuvimos un gran torneo, perdimos las semis por un gol, en un encuentro que era la final. Este 2023 logramos consolidar este proceso, el sacrificio de los chicos, cumpliendo labores de deportista y estudiante al mismo tiempo, lo que siempre es complicado. Tiene algunos factores emotivos por lo mismo, porque es un proceso de años”.

El entrenador igual destacó la “espina” que les quedó de 2022. “Hablamos de volver y ser campeones. Se perdió en 2022 con la PUC de forma muy estrecha, y este año el campeón debía organizar el torneo. Eso generó una motivación mayor, adicional, de derrotarlos en su casa”.

Sobre el desarrollo del campeonato, Aeloiza detalló que “en el grupo nos tocó con la Diego Portales, la U. de Antofagasta y la Católica del Maule, con quien debutamos. Hicieron un gran partido, probamos una propuesta nueva, con alto nivel de intensidad en los 60 minutos, ellos me sorprendieron sobre todo los primeros 20 minutos, luego nos impusimos por 11 goles. Con la U. de Antofagasta sabía que ellos habían mejorado mucho, y creo que fue el duelo más complejo en la etapa grupal, y con la Diego Portales marcamos diferencia, veníamos bastante sólidos desde lo físico y ganamos con claridad”.

De las fases decisivas, comentó que “en cuartos nos tocó la U. de Chile, que creo que fue el duelo más complejo. Tienen jugadores muy jóvenes, 11 de primer año, y son muy rápidos. Logramos ganar por tres goles y terminamos bien. En semis jugamos con la Unab, fue tenso, nervioso por lo que se jugaba, y en los últimos 20 minutos lo controlamos muy bien, ganamos sin mayores complicaciones. En la final nos medimos con la Usach. Jugamos con ellos en 2022, en cuartos de final, y fue el que más nos complicó, incluso más que la PUC. Fuimos a alargue. Dejaron fuera al anfitrión, pero estuvimos sólidos en todas las líneas, en la planificación y en los últimos 10 minutos ya teníamos todo resuelto, era esperar que terminara el encuentro. Nos impusimos por 11 goles, y fue un premio a todo el proceso que describí antes, de esfuerzo, trabajo y desarrollo deportivo”.

Al ser un plantel universitario, es habitual que algunos jugadores egresen cada temporada. Al respecto, Aeloiza afirmó que “la renovación es una gran tarea, el desarrollo. Hay un ciclo que va terminando, y hay que irse renovando. Por ejemplo, hay chicos que este año no fueron al nacional pero que ya están trabajando con nosotros. La planificación que tenemos con la universidad es que la mayoría se queda mínimo cinco años, entonces los primeros dos se trabaja para lograr un cierto nivel y en el tercero estén en condiciones de integrar la selección como tal desde un punto de vista competitivo. Hay renovación año a año, y eso nos permite ser los primeros en la Región, nunca hemos quedado fuera de un nacional, y también competir en estos eventos de todo el país. Somos una universidad respetada no sólo por lo deportivo, sino también por los valores que transmite”.

La voz del capitán

Felipe Cancino lleva el balonmano en la sangre, literalmente. Todos sus familiares más cercanos están relacionados con el deporte, por lo que este título tiene un significado muy especial.

“Muy contento por este logro, fue un trabajo de años, desde que estoy en el colegio vengo buscando este objetivo. Es una meta familiar: mi mamá fue campeona, mi papá dirige a las mujeres, mis tíos igual, entonces siempre tuve ese objetivo. Me pone muy contento por mí y por mi equipo”, dijo.
Cancino también reconoció las ganas de una revancha por lo ocurrido en 2022.“Trabajamos pensando en eso, fue un batacazo muy fuerte lo que pasó el año pasado, teníamos la ilusión de ser campeones. En ese momento nos derrumbamos, pero nos recuperamos y poder quedarnos con el título este año, después de esa mala experiencia, sin dudas que fue una motivación extra. Había presión, positiva, pero de que existía, existía”.

Del campeonato, indicó que “me impresionó el rendimiento del equipo. Tuvimos partidos acá en Conce donde no nos sentimos cómodos, íbamos con dudas, pero llegamos allá, partió el torneo y literalmente nos transformamos. Mostramos el equipo con experiencia que somos, también pesó la edad, dado que somos una mezcla de viejos con jóvenes, nos complementamos bien. Mostramos jerarquía, defendimos y atacamos bien, fue un gran torneo. El partido bisagra fue con la Universidad de Chile, que siempre ha sido un equipo fuerte, entonces ganarle a ellos fue un paso muy grande”.

Cancino fue elegido el mejor jugador del torneo, algo que describió como “muy extraño, no estoy acostumbrado a esas cosas. Todo el mundo me ha felicitado, la verdad muy contento, pero es extraño. Son años de trabajo que se pueden ver reflejados en esto, y también en la gente que me ha ayudado. Familiares que me entrenaron de niño, y ahora José Luis Gotelli me apoyó harto este último tiempo. Es un reflejo del esfuerzo no solo mío, y así mismo considero este premio, es de todos”.

Alumno de Ingeniería Civil en Telecomunicaciones, reconoció que en un comienzo le costó compatibilizar el deporte con lo académico.
“El comienzo fue complicado, muy difícil. Uno entra con toda la ilusión de jugar, competir, y a mí me pasó que me centré mucho en entrenar, dejé de lado los estudios y me fue mal. Ya con el tiempo, por tercero, en pandemia, le agarré el ritmo y lo pude complementar bien. Me costó en un inicio, fue muy demandante. Maduró esa parte, lo que me pone contento, pues más allá de jugar lo más importante en la universidad es el estudio”.

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