Los preocupantes resultados del Mapa Nutricional de Junaeb

14 de Agosto 2023 | Publicado por: Ricardo Cárcamo - Paulo Inostroza
Fotografía: Raphael Sierra P.

Si bien las cifras mejoraron un poco en relación a la encuesta anterior, esos indicadores positivos se pueden entender por el encierro de la pandemia. De todas maneras, los números siguen siendo críticos y muestran una realidad que parece no cambiar con el paso de los años: niños y jóvenes hacen poco o nada de ejercicio físico y se alimentan mal. De los evaluados, un 26,8% tiene sobrepeso y un 26,2% obesidad, y si a ese grupo se le suman quienes padecen obesidad severa, el total llega a un 61,3%. ¿De qué manera se puede trabajar para cambiar este presente? ¿Qué rol deben tener los familiares y los profesores de educación física en esa tarea? Voces ligadas al ámbito deportivo y de la educación dieron su visión.

Hace unos días se dieron a conocer los resultados del Mapa Nutricional de Junaeb, medición que busca dar un panorama respecto a la condición alimenticia y física de los niños y adolescentes a nivel país. Y si bien los números mejoraron algo en relación al estudio previo (peso normal aumentó un 7% y la obesidad total cayó un 4,8% en relación a 2021), el panorama sigue siendo muy preocupante, con cifras que deberían llamar a generar un cambio estructural tanto en las políticas ligadas a la educación física como en las nutricionales y alimenticias de los establecimientos educacionales chilenos.

El informe de Junaeb contempló encuestas a alumnos prekínder, kínder, 1° básico, 5° básico y 1° medio de 7.257 establecimientos educacionales financiados por el Estado. Se ejecutaron 776.461 sondeos, y hubo 632.889 respuestas. Al hacer el análisis general de los resultados, un dato que sin dudas refleja el mal presente es la suma de los porcentajes de los estudiantes con sobrepeso (26,8%), obesidad (26,2%) y obesidad severa (8,3%), que alcanza un 61,3%.

También se hizo un desglose por género, y las niñas presentan mejores indicadores, con un 43,8% de peso normal y un 50,9% en sobrepeso, obesidad y obesidad severa, mientras que en los niños hubo un 39% con peso normal y un 55,1% en sobrepeso, obesidad y obesidad severa. En cuanto al área geográfica, quienes viven en sectores rurales tuvieron peores cifras que los estudiantes que quienes residen en zonas urbanas.

Al comparar a los alumnos chilenos con los extranjeros igual hubo una marcada diferencia, con peores cifras para los nacionales: un 40,4% tiene peso normal mientras que los foráneos esa cifra es de 53,5%. En sobrepeso, los chilenos marcaron un 27,1% y los extranjeros un 22,7%.

¿De qué manera se pueden cambiar estas cifras? ¿Cómo se puede avanzar para brindar mejores oportunidades nutricionales, en lo educacional y alimenticio, a los niños y jóvenes? ¿Qué rol deben jugar el entorno familiar y los docentes, especialmente los ligados al ámbito de la educación física, en este proceso? Voces relacionadas con el mundo del deporte y de la educación dieron su diagnóstico.

Realidad preocupante

Evelyn Bastidas, profesora de Educación Física del Colegio Amanecer, comentó que “es un tema súper complejo y a la vez sumamente preocupantes. Los índices de obesidad en Chile son de los más altos de Latinoamérica y debemos tomar atención, hacernos cargos. Para mí, todo esto tiene que ver con un tema cultural, es muy complicado poder cambiar hábitos y conductas en los niños si los adultos no son un buen reflejo de lo que se quiere proyectar”.

Además, indicó que “como profesora creo que son temas que se deben tratar fuertemente en el currículum nacional. Hoy se le da demasiada importancia a las asignaturas duras que se le dicen, pero otras como educación física se dejan de lado, lo que no puede pasar. Los establecimientos educacionales deben hacerse cargo, pues tiene que ver con la salud y la integridad de los estudiantes. Un niño con sobrepeso no es un niño sano, y eso va a afectar en su aprendizaje, en su autoestima y estado de ánimo. Esto igual refleja la carga laboral de los adultos, ya que son ellos los encargados de entregar una colación saludable, de conversar estos temas de la vida y la alimentación sana, y eso no pasa. Los papás llegan tarde y cansado, y lo más fácil es darle un jugo y una galleta, no hay tiempo para hacer un mix de frutas, una ensalada, cocer un huevo duro”.

Bastidas afirmó también que “seguimos sacándole horas a educación física, no se le da importancia a la vida saludable, y eso es vulnerar la salud de niños y niñas de nuestro país. Tener sobrepeso les complica la salud, la autoestima”.

Raúl Umaña, entrenador de balonmano del programa Promesas Chile y también de Deportes Concepción y el Colegio Pinares, afirmó que “creo que estos resultados no pueden alarmar a nadie que haya estado en el mundo de la salud, la educación o la actividad física por mucho tiempo. Algo se ha mejorado, y en ese sentido la pandemia ayudó a controlar en algo el sobrepeso. Los factores son muy diversos, hay varias variables que intervienen. En primer lugar, los malos hábitos de alimentación, es más simple acceder a alimentos que son de fácil compra o que no necesitan preparación, y eso es algo bien transversal. En casi todos los establecimientos, públicos, subvencionados o particulares, habrá comida que no ayuda al control del peso y que no aporta a la vida sana”.

En esa línea, agregó que “en segundo lugar, el tema cultural hace que las familias no coloquen atención al tipo de alimentación, y también influye la genética. Si hay familias, papás o mamás que tienen problemas de sobrepeso, resistencia a la insulina o diabetes, es probable que sus hijos tengan alguna tendencia no sólo cuando son pequeños, sino más adelante”.
Umaña también destacó que “lo que a uno le toca más de cerca tiene que ver con la escasa participación en el deporte, y sobre todo al deporte competitivo, que ayuda a crear hábitos, trabajar, la disciplina y tener una dieta acorde a la edad y disciplina que se practique”.

Cómo mejorar

Margarita Masías, docente en un colegio, atleta y magíster en Educación Física, indicó que “esta realidad se puede cambiar primero desde el hogar, el incentivo y apoyo de los padres para realizar actividad física es muy importante. Se pueden de hecho realizar múltiples actividades muy simples cómo salir a caminar, trotar, andar en bicicleta, paseos es parques de la ciudad en familia”.

Además, señaló que “en segundo lugar, los colegios deben brindar mayor oportunidades y ofertas deportivas a sus estudiantes dentro o post horario académico, proponer actividades en los recreos para hacerlos más activos, incentivar a los alumnos generando actividades extracurriculares. En tercer lugar, y no menos importante, el Estado debe ampliar la difusión de sus actividades deportivas, invitando a los niños a temprana edad a participar de los clubes y talleres tanto municipales como del IND. Muchas veces esta información no llega a todas las personas por lo cual deberían buscar alguna estrategia para que se masifique la difusión y de esta manera la participación”.

Evelyn Bastidas aseguró que “la solución está en educar, en prestarle la importancia que tiene. Creo que el gobierno también tiene que hacerse cargo…No puede ser que todo el mundo tenga acceso a una Coca-Cola, a una gaseosa. Se le deben elevar los impuestos a las cosas que no son saludables, como lo han hecho con el alcohol, con los cigarrillos. El azúcar para mí es como una droga, y todos tienen acceso a ella de forma muy fácil”.

La también entrenadora de hockey destacó también que “los establecimientos tienen que hacer programas de vida saludable, donde se eduque a la comunidad, padres, estudiantes e incluso a los empleados: profesores, administrativos, auxiliares. No puede ser que haya cuatro, cinco profesores de educación física motivando e incentivando la vida saludable y ven a otros comiendo completos a las diez de la mañana. Eso no es un buen ejemplo… Que los colegios igual vendan ese tipo de cosas, las convivencias siempre sean con comida chatarra. Hay que incentivar la fruta, el consumo de agua”.

Igualmente, Bastidas mencionó que “además, hacer programas donde se motive al uso de bicicleta en los estudiantes. Sé que en todos no se puede, pero hay muchos en sectores o poblaciones donde es súper seguro irse en bicicleta. Generas ejercicio, menos tráfico de autos. Creo que las formas están…El equipo de un equipo multidisciplinario en un establecimiento, nutricionistas, psicólogos son importantes. Un psicólogo no sólo está para tratar los problemas emocionales de los estudiantes, sino también para prevenirlos. Eso debemos empezar a trabajar hoy día”.

Por su parte, Raúl Umaña dijo que “no se interviene mucho, y siento que las campañas de promoción de salud no generan el impacto que se espera. Creo que se le debieran cobrar impuestos más altos a las comidas que no aportan a la vida saludable, para desincentivar el consumo, como pasa con el cigarro o el alcohol, y que ese dinero pueda ir directamente a políticas públicas que apunten a generar un cambio cultural en los estilos de vida”.

Desde el Estado, hay varias iniciativas que se están desarrollando, como el plan “Demos vuelta a la manzana”.  Esteban Mayorga, seremi (s) del Deporte, se refirió a este programa y otros proyectos.

“Esta política intersectorial busca controlar la mal nutrición por exceso que fue evidenciada hace algún tiempo y particularmente por el Mapa Nutricional de Junaeb, y también pretende generar sinergia entre diferentes sectores para prevenir y controlar la obesidad infantil en toda la etapa escolar. Particularmente, como Mindep existen algunos programas asociados, como Crecer en Movimiento, que entrega una oferta programática en establecimientos educacionales bajo un equipo multidisciplinario, con profesores de educación física, psicólogos, monitores y nutricionistas. Además, está el programa de fortalecimiento de infraestructura deportiva escolar, en donde en la Región del Biobío están priorizadas las escuelas La Generala de Santa Juana y Callejones de San Rosendo”.

Ángela Torres, profesora del Gimnasio del Ester Roa Rebolledo, comentó que “los padres de ahora somos más conscientes de la necesidad de un estilo de vida saludable, estamos más informados sobre este problema y hay muchas alternativas, incluso en internet, para educarse sobre cómo alimentar mejor a los niños. Por eso la obesidad puede haber disminuido un poco. En los colegios quizás faltan más pausas activas o entretenidas en la jornada escolar, que los recreos sean más dinámicos y cuenten con más elementos deportivos. También aumentar las frutas y no tanto dulce en los kioscos y casinos”.

Agregó que “los chicos de kinder y Primero gastan poca energía, están muy pegados en las pantallas y no se mueven. El ritmo de vida acelerado de los papás les deja poco tiempo para llevarlos a actividades deportivas y hacen que compren mucha comida rápida. Por eso los malos índices a esta edad”.

También destacó que “la alimentación sana es más cara y las personas de menos recursos preparan mucho fideo, arroz y creen que los niños están satisfechos, pero no es suficiente. El huevo y la carne son caros y todavía hay una cultura de que el niño gordito está sanito y el flaquito está enfermo. Los niños deben moverse desde pequeño y hacerlo un hábito, los colegios deben aumentar las horas de actividad física. Eso también les quita el estrés”.

La profesora de Educación Física, Belén Acuña, coincide y estima que “ese pequeño avance en la baja de la obesidad puede explicarse porque las redes sociales nos han fomentado mucho la actividad física y vida saludable. Hay desde recetas a rutinas y se ha creado conciencia. En algunos colegios se llama a profesores para que hagan bailes entretenidos y aprovechar los recreos, hacer que los chicos se muevan divirtiéndose, jugando. Otros se juntan antes de clase y salen a trotar. Son cosas que suman”.

Pero advirtió que “en los primeros años de vida no se hace gimnasia ni existen profesores enfocados en la actividad física para los más pequeños. Yo hice clases en un taller en un colegio vulnerable y tienen cero implementación. Se les entrega esa responsabilidad a educadoras de párvulo, que tienen otras responsabilidades. No se le da importancia a los primeros años de vida. Pre kínder ya debería tener un trabajo bien enfocado. En colegios particulares los niños van a muchos talleres pagados, participan de clubes y desarrollan mejor sus habilidades”.