El volante de Universidad de Concepción saca réditos de una faceta que escasea en la actualidad. “Si no se puede centrar o filtrar, hay que intentar desde afuera”, dice.
Dicen que no marca goles feos. Otra vez Felipe Orellana acaparó miradas en Primera B tras anotar desde media distancia. Ya suma 5 conquistas con la camiseta de UdeC y 4 de ellas han sido desde fuera del área. El último fue el parcial 1-0 ante Cobreloa, donde desde cerca de 35 metros, sorprendió al portero Hugo Araya y a los casi 1200 hinchas que llegaron a Collao.
“Me ha tocado hacer goles bonitos. Mientras se pueda ayudar al equipo, todo sirve. El profe me dice que tengo buena pegada y mis compañeros piden que me atreva. Y cuando uno tiene el espacio, tiene que hacerlo. Si no podemos entrar de una forma, hay que hacerlo de otra”, cuenta Felipe, quien suma 24 duelos en el año, con otros 2 tantos. Uno fue a Santiago Morning y el otro a Rangers por Copa Chile. Ese último fue dentro del área, aunque también de muy buena factura.
El volante de 22 años avisa que seguirá probando desde fuera del área. “Es una virtud que tengo, creo. Si no se puede centrar o filtrar, hay que intentar de afuera y se dio muy bonito. Viene de la familia. Mi papá (Juan Ramón Orellana) fue futbolista e igual hacia goles desde larga distancia. Es trabajo igual. Nos quedamos siempre después del entrenamiento rematando con un par de compañeros. Se ha dado y he podido ayudar al equipo. Espero seguir haciendo goles de esa manera”, dice Orellana.
A diferencia de otros técnicos que privilegian y prefieren llegar hasta el área chica con balón dominado en vez de que sus jugadores prueben desde lejos, a “Cheíto” Ramírez le gusta que Orellana se atreva.
“Se trabaja la mayor cantidad de fases del juego. Felipe nos acostumbra a goles desde media distancia”, dijo el DT hace unas semanas. Sobre su entrenador, el mediocampista del Campanil apuntó que “de repente me echa la talla. Dice que no me relaje e intento hacerlo, entregando siempre lo mejor para el equipo. Que no me desconcentre un gol. A veces como joven te tira para el lado marcar un gol, pero hay que seguir. Nada más. Ojalá vengan más para aportar al equipo y si no, aportar de otra forma en lo grupal”.
Había felicidad en Universidad de Concepción por lograr el 3-3 en la agonía ante Cobreloa, pero a la vez amargura porque hicieron un gran primer tiempo y estuvieron en ventaja por 2-0. “En base a juego creo que en el partido fuimos dominadores. El ímpetu de ellos nos llevó a desconcentraciones nuestras y tres goles inesperados. Era un partido controlado, pero así es el fútbol. Gracias a Dios nos llevamos un empate que no queríamos, pero es un puntito que nos ayuda a escalar en la tabla y ojalá valga la pena de aquí a final de campeonato”, aseguró Orellana, quien sobre los 9 duelos invictos que acumulan expresó que “antes nos costaba. Nos hacían un gol y nos veníamos abajo. Íbamos perdiendo y la mentalidad era otra. En el segundo semestre ha sido importante creer en nuestro trabajo y el del cuerpo técnico y esperamos seguir alargando esto para terminar muy alto al final de la temporada”.
UdeC ha empatado los últimos tres partidos, cosecha que pudiese parecer negativa por la forma en que se dieron tales duelos frente a Recoleta, Santa Cruz y Cobreloa. Sin embargo, esos tres duelos los perdió en la primera rueda. En la suma y resta, los actuales resultados les permiten despegarse levemente del fondo de la tabla, donde Puerto Montt y Santiago Morning se ven muy complicados. “Tenemos objetivos grupales y queremos optar a lo más alto que podamos, pero hay que alejarse de abajo si queremos pensar en la parte de arriba. Estamos en dos competencias donde nos ha ido bien”, afirmó Felipe.
Ahora enfrentarán a Iquique en el norte y La Serena en casa. “Tenemos dos partidos bravos, pero somos conscientes de lo que somos y los equipos que nos vamos a enfrentar. Debemos ser inteligentes y contundentes”, cerró un mediocampista que tiene el arco siempre en la mira.