La promesa del atletismo regional cuelga las zapatillas y dice adiós

26 de Julio 2023 | Publicado por: Samuel Esparza
Fotografía: Facebook Kevin Chaparro

El mediofondista lotino Kevin Chaparro, abandonó su promisoria carrera que lo tenía como gran carta del recambio chileno. La falta de apoyo lo derrotó.

Pasan los años y cambian las autoridades, todas con nuevas promesas hacia del deporte, pero que finalmente siempre quedan en nada. Hoy, cuando hay autoridades locales que incluso están en campaña para que Concepción sea subsede en una quimérica opción de Chile como anfitrión del Mundial de Fútbol de 2030, parece mentira que hayan necesidades tan básicas sin cubrir en el deporte. Otra muestra de la gran brecha que aleja cada vez más al país del desarrollo deportivo. Qué lejos se está entre el hablar y el hacer, entre el parecer y el ser.

Porque hoy, tal como ayer y probablemente mañana, un nuevo sueño se esfuma. Con apenas 20 años, Kevin Chaparro, una de las grandes promesas del atletismo regional, colgó las zapatillas. Se cansó, se aburrió, se desilusionó de un sistema que nunca lo tomó en cuenta, y de una empresa privada que lo ignoró, quizás porque no es rubio, quizás porque se apellida Chaparro.

Lo cierto es que la Región del Biobío se quedó sin una de sus grandes cartas de recambio en el mediofondo, un chico que estaba llamado a seguir la huella de un grande como Víctor Aravena, el coronelino que tantas alegrías dio al país.

La última competencia de Kevin fue en noviembre del año pasado, representando a Biobío en los Juegos Binacionales de La Araucanía, donde, fiel a su costumbre, se quedó con el título en los 5000 metros planos y en la carrera pedestre. Dos oros en su torneo final, atrás dejaba incontables victorias, copas y medallas, porque desde que pisó una pista, siendo solo un niño, demostró que podía llegar lejos. Y es que claro, talento sobraba, era lo otro lo que siempre faltó: ayuda.

¿Sin vuelta atrás?

“Nadie me apoyó. Veía cómo a otros atletas los ayudaban con hidratación, con kinesiólogos, marcas deportivas los auspiciaban, y a mí nada. Desde los 12 años, cuando comencé, fue mucho tiempo peleando casi solo, así es que me aburrí, porque simplemente no veía nada de apoyo. Para mí, ser deportista era pura pérdida de plata, nada más”, parte señalando Chaparro.

¿Ceguera de las empresas, burocracia de la institucionalidad deportiva? Probablemente, porque Kevin siempre se las arregló para colocar su nombre en lo alto del podio cada vez que tuvo que competir.

Número 1 de Chile en los 5000 metros planos U20 y top 4 de Sudamérica en la misma distancia; bicampeón nacional U20 en los 3.000 metros con obstáculos; campeón regional y medallista nacional de cross country U20 y, oro nacional en 10.000 metros planos U20, son solo algunos de los logros que acumuló en su corta pero exitosa carrera. Se validaba así como la nueva cara de la Cuenca del Carbón en el mediofondo chileno.

Pero ni aun así llegó la ayuda. Y cada viaje, cada competencia debía salir del bolsillo de su familia y lo poco que podía darle su club, el Juan Silva de Lota.

“Pese a todos mis logros, nadie me ayudó. Salí ocho veces campeón nacional, iba camino a ser el mejor deportista de Chile a futuro, pero nadie invirtió en mí, nadie se la jugó por mí creyendo que podía ser alguien grande más adelante. Sólo mi familia y gente de mi ciudad que me aportaba”, se lamenta el lotino.

“Si hubiera nacido en otro país, seguro hubiera triunfado. Ya tengo evidencia de muchos logros, no sé qué más podría demostrar para que me cooperen. Me aburrí de darles triunfos y no recibir nada de vuelta, cuánto me hubiera gustado haber seguido en atletismo, pero con colaboración”, dice.

¿Opciones de regresar? Kevin lo ve difícil, aunque deja una pequeña puerta abierta: “Si alguna marca, si alguien me apoyara, volvería”, sostiene. Veremos si se da, porque lo claro es que, un talento tan grande, y más todavía en el año de los Juegos Panamericanos, no se puede desperdiciar así. No otra vez.